Encierros en centros de salud, manifestaciones y mucha preocupación en el mundo rural. Seis comunidades autónomas han recortado gran parte de las urgencias nocturnas en sus municipios. La pionera ha sido Cataluña; la han seguido Murcia, Navarra, Madrid, Extremadura, Castilla y León y Castilla-La Mancha. Valencia se lo está pensando. Y el Gobierno de María Dolores de Cospedal no podrá, por ahora, aplicar la medida. Esta semana el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha ha decretado su suspensión cautelar. Una decisión que ha tomado tras el recurso interpuesto por el Ayuntamiento de Tembleque (Toledo). Ahora varios municipios de la región, al no tener respuesta a sus alegaciones del Gobierno autonómico, se suman a la vía judicial. Para ello han demostrado ante notario que la distancia que les separa del centro de urgencias más cercano supera los treinta minutos; máximo que permite la Ley. Los habitantes del mundo rural plantan así cara a los recortes porque dicen lo que está amenazado es “la supervivencia del mundo rural”. Lo cierto es que este año se gastará en Sanidad, en toda España, 16.000 millones de euros menos que en 2009. Con más población, de más edad y menos presupuesto es imposible cuadrar la cuenta de la salud.