Sánchez declara la guerra al virus: 200.000 millones en armas económicas para no dejar a nadie atrás

Pedro Sánchez ha lanzando un mensaje a la opinión pública señalando que cada uno tiene una misión en esta batalla, en este guerra contra el coronavirus. Desde los sanintarios batallando, como los abuelos no saliendo de casa o hasta los niños, haciendo caso a sus padres.

Hacer lo que haga falta para vencer el virus es la idea de Sánchez, y el Gobierno que quiere que las medidas estén a la altura del sacrificio. El objetivo es doblegar la curva. Ese será el primer hito. En semanas se llegará cuando las altas sean mayores que los ingresos, y luego un tercero cuando el número de afectados baje. Sánchez quiere también como en la guerra que nadie quede atrás y para eso quiere poner en marcha medidas de escudo económico.

El presidente se ha mostrado más agradecido que nunca con los agentes sociales y la oposición. El primer hito económico será frenar la caída de la producción. "Esta es la mayor movilización de recursos de la historia de la democracia". Sánchez movilizará 200.000 millones de euros, 117.000 de ellos públicos, lo que supone casi un 20 % del PIB. Además, el Consejo ha aprobado también avales adicionales por 2.000 millones de euros para las empresas exportadoras, con mecanismos ágiles y que favorezcan especialmente a las pymes. Los 17.000 millones de euros restantes servirán para ayudar a colectivos vulnerables, "para no dejar a nadie atrás".

Sánchez ha establecido una moratorioa para las hipotecas, bajo el lema de que "ninguna persona va a perder una vivienda", y ha garantizado que "nadie será desahuciado por esta crisis". El go bierno ha señalado que 600 millones serán designados para financiar recursos, con especial atención a la sanidad, sobre todo para personas vulnerables. Garantizaremos servicios públicos esenciales, como luz y agua y también las telecomunicaciones", anuncia Sánchez.

El Gobierno dará la liquidez necesaria a las empresas. "Creamos una línea de avales públicos con 100.000 millones", para que no falte liquidez. El Gobierno quiere con ello lanzar un mensaje a los mercados de que "va a proporcionar a nuestro tejido empresarial toda la liquidez que necesite para mantenerse operativo" porque no se va a permitir que "problemas de liquidez se conviertan en problemas de solvencia".

Se flexibilizan los ERTES y se aprueba la exoneración de pagos a la seguridad social para autónomos y pymes. "Facilitaremos que los autónomos cobren una prestación en caso de verse afectados", ha anunciado un presidente que ha pedido a los los empresarios que entiendan la situación y no despidan a los trabajadores. Queremos que se mantenga el empleo, dice a las empresas. El Gobierno les ayudará", dice.

Sánchez ha explicado que todos los ERTEs se considerarán realizados por fuerza mayor y todos los trabajadores afectados tendrán derecho a cobrar el paro aunque no cumplan con el periodo de cotización mínimo exigido para ello. Además, no se considerará consumido el tiempo que dure la percepción de esta prestación (contador a cero).

"Se prioriza así la suspensión de contratos y reducción de la jornada frente a los despidos", ha subrayado Sánchez, que ha hecho un llamamiento a los empresarios para que se acojan a estas medidas en lugar de recortar plantillas. En ese sentido, se incluye la exoneración del pago de cotizaciones a aquellas empresas que, en lugar de despedir trabajadores, se acojan a expedientes de regulación de empleo temporales (ERTE) .

El decreto aprobado hoy impulsa el teletrabajo y permitirá a los trabajadores adaptar o reducir su jornada laboral para el cuidado de personas a su cargo, siendo posible una reducción del 100% de la jornada.

El presidente ha avanzado además que se flexibilizará el acceso a la prestación por cese de actividad de los autónomos y se eximirá del pago de cotizaciones a los autónomos que vayan al paro.

La reducción de jornada no requerirá preaviso alguno, más allá del que derive de la buena fe y no estará limitada en su disfrute por porcentaje mínimo ni máximo pudiendo llegar incluso al cien por cien de reducción. De hecho permitirá a los asalariados reducir su jornada hasta el 100% para conciliar.

El Gobierno va a reforzar la "investigación científica para el desarrollo de una vacuna y una cura para el Covid-19" y para ello ha anunciado una aportación de 30 millones al CSIC y al instituto de investigación Carlos III.

El Gobierno garantizará servicios públicos "esenciales" como los suministros de energía, agua y las telecomunicaciones durante el periodo de duración de la crisis provocada por el coronavirus. Sánchez ha señalado que de esta manera se garantizan "los suministros esenciales a las personas más vulnerables".

Sánchez también ha dejado claro que esta guerra en el que el enemigo exterior ya ha llegado a las puertas en clave cinematográfica no será un beneficio para otros. Por ello se ha propuesto impedir que empresas de fuera de la Unión Europea (UE) puedan hacerse con el control de compañías del país en sectores estratégicos aprovechando el declive bursátil de las últimas jornadas.

Sánchez ha querido lanzar en medio de su batería de medidas un mensaje a la sociedad civil, pymes, grandes empresas, autónomos y economía social para que asuman que "la crisis es temporal y debe tratarse como temporal" y, por ello, "todos debemos facilitar a los demás la aceptación de este periodo difícil".

Ha instado Sánchez a abrir una "cadena de solidaridad" porque "este frenazo en seco de la economía española es temporal y luego habrá que hacer frente a una reconstrucción del país".

El pasado jueves el Gobierno había aprobado un primer paquete de medidas para hacer frente a los efectos del coronavirus, entre las que incluyó otra línea ICO de 400 millones de euros para el sector turístico, de transportes y de hostelería, golpeados como pocos por esta crisis.

Por otra parte, Sánchez ha subrayado que España necesita "unos presupuestos de emergencia" que serán "de reconstrucción social y económica", por lo que intentará pactarlos con todas las fuerzas políticas, ya que las consecuencias de esta crisis "van a implicar un sobreesfuerzo".

Sin embargo, ha añadido que las cuentas se presentarán cuando se haya "vencido definitivamente al virus", ya que ahora mismo ningún organismo cuenta con unas previsiones económicas capaces de evaluar el choque que la epidemia va a tener en el PIB o el empleo.