La prima de riesgo española se relaja y cede diez puntos básicos en una hora

Este retroceso del riesgo país español se debe a que el interés del bono alemán -el de referencia en Europa- subía hasta el 3,282 %, desde el 3,256 % de la apertura, al tiempo que caía el rendimiento del español, que empezó la sesión en el 5,570 %, recuperando niveles de abril de 2000.

La mejora del riesgo país español se produce después de que la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía, Elena Salgado, quitara importancia hoy a lo que denominó "picos" puntuales de subida de la deuda, como el que ayer hizo subir el diferencial hasta 230 puntos básicos, nivel que conservaba en la apertura.

Según Salgado, el mercado ha acogido bien las reformas realizadas por el Gobierno, que no serán las últimas, aunque reconoció que la intranquilidad por acontecimientos como el resultado de las elecciones en Finlandia o una reestructuración de la deuda griega, tienen efectos puntuales para España.

Pero esta mañana, aunque los mercados siguen desconfiando de los países periféricos de la zona del euro, lo cierto es que se han suavizado las tensiones que ayer e incluso a primera hora de hoy dominaban las operaciones, lo que se reflejaba a esta hora en las primas de riesgo de estos países.

En concreto y hasta que se conozca el resultado de la subasta de letras que celebra hoy el Tesoro de Grecia, el diferencial de ese país con Alemania caía hasta los 1.089 puntos básicos desde los 1.108 puntos básicos de la apertura.

En Portugal, donde hoy los sindicatos celebran una reunión para negociar el rescate de ese país con un equipo enviado por Bruselas y el FMI a Lisboa, el riesgo país retrocedía hasta los 553 puntos básicos, dieciséis menos que en la apertura.

Por su parte, Irlanda, que también empezó el día al alza, veía caer su riesgo país en nada menos que 30 puntos básicos respecto al inicio de la sesión, con lo que se situó en 609.

El mercado también está pendiente de lo que ocurra hoy en este país, cuyo primer ministro, Enda Kenny, insiste en que su Gobierno reclamará a la Unión Europea (UE) y al Fondo Monetario Internacional (FMI) una renegociación de los términos de su rescate, que ha sido valorado en 85.000 millones de euros.