Con la luz por las nubes, una forma de abaratar la factura eléctrica es la instalación de placas solares. Módulos fotovoltaicos que van a permitir, según los expertos, ahorrar cerca de un 60% en los pagos. "Es la revolución de los tejados" y ya está en marcha, asegura Javier Domínguez, director técnico de Cambio Energético. Sobre todo, coincide Ángel Baños de Solideo, porque las tarifas de luz están pensadas para fomentar este tipo de energía solar que permite autoabastecerse en los momentos más caros del día.
"En cinco años va a ser raro el edificio que no tenga una placa solar en su cubierta, vamos a vivir una explosión de energía fotovoltaica impresionante", vaticina Javier Domínguez. Su empresa, especializada en energías renovables, ha duplicado su plantilla y los servicios prestados en los últimos dos años. Ahora, coloca unas 200 instalaciones de placas solares a la semana por toda España. "Estamos a tope", asegura.
Las placas solares fotovoltaicas convierten la energía luminosa en energía eléctrica. Estos módulos fotovoltaicos, como se les conoce profesionalmente, están compuestos de células de silicio que producen electricidad a través del efecto fotoeléctrico. Esa electricidad se traslada a un aparato llamado inversor que transforma la energía continua recogida por las placas, en corriente alterna para su consumo en viviendas e industria.
La respuesta va a estar condicionada a la necesidad energética requerida, al tipo de edificio o a su localización geográfica, entre otras razones, pero de media:
Sí, responde sin pensarlo Javier Domínguez. El ahorro va a depender de muchos factores, pero ronda el 60% y merece la pena, asegura. "En lo que es uso residencial, todavía hay mucha desinformación y reticencias, es en la industria donde ya se están dando cuenta de que abaratar los costes energéticos es vital para su propia subsistencia, así que estamos haciendo viviendas, pero sobre todo industria".
En una industria se puede amortizar la inversión en unos tres o cuatro años. En las viviendas, tal y como está el precio de la luz, se amortiza "rapidísimo", bromea el experto, aunque en condiciones normales se rentabiliza en seis o siete años una instalación que tiene una vida útil de unos 25 años los módulos solares y unos 12 o 15 años el inversor.
Tampoco duda Javier Domínguez en responder de forma afirmativa a esta pregunta. "Cualquier edificio que tenga un tejado puede poner una placa solar". Eso, asegura David Hernández, administrador de fincas en Madrid, no significa que sean suficientes para proporcionar la energía necesaria a cada vecino. Cada vez se pide más, reconoce el administrador a NIUS, aunque "la gente se suele confundir y piensa que con instalar módulos fotovoltaicos en la azotea de la comunidad ya es suficiente para abastecer la luz requerida por todas las viviendas, y no es así en absoluto".
Para cada vecino, calcula David Hernández, se necesitan unas ocho placas y, si contamos con que son cubiertas de unos 500 metros cuadrados, es difícil que haya el espacio necesario para instalar módulos suficientes como para dar luz a cada casa. Lo que sí da, matiza, es para el consumo del edificio en la electricidad del ascensor, del portal o de la caldera. De esta forma, considera, "hay veces que la inversión requerida no compensa porque se tarda mucho en amortizar".
Según el administrador de fincas, para una comunidad de propietarios la tecnología no está lo suficientemente desarrollada como para que sea rentable su instalación, ya que "en bloque de unos 12 pisos puede gastar unos 1.200 euros en luz al año y poner las placas solares puede costar más de 5.000". Lo que sí es interesante, enuncia David Hernández, es la oferta de "muchas compañías que se ofrecen a alquilar la cubierta de los edificios de nuestros clientes". La propia empresa hace toda la instalación de las placas, paga una cantidad al mes y se encarga de vender a la compañía eléctrica la energía generada por esas placas. Otras empresas, como Cambio Energético, realizan la instalación gratis en la comunidad y luego cobran a los vecinos la electricidad a un precio inferior que el ofertado por las compañías de luz convencionales.
Existen fondos europeos a través de programas como Next Generation, así como ayudas estatales para la mejora de la eficiencia energética y sostenibilidad de las viviendas. Además, cada comunidad autónoma suele tener su propia campaña de subvenciones para promocionar la inversión en energías renovables o ahorro energético. Exención o reducción de impuestos, como el IBI, o ayudas que se cobran una vez realizado el proyecto y que suelen estar condicionadas a la existencia de fondos en la partida presupuestaria.
Luego cada empresa ofrece distintas fórmulas de financiar la instalación. Las hay con intereses, sin intereses... "Lo interesante en todo caso -explica Javier Domínguez- es que las cuotas se paguen con el ahorro".
Según Ángel Baños, para realizar una instalación fotovoltaica de autoconsumo, es decir, para abaratar la factura de la luz, es necesario tener en cuenta una serie de circunstancias que influyen en el ahorro posterior. Factores como:
Un clima que en España ofrece una media de 2.500 horas de sol al año, lo que convierte la energía solar en una de las más rentables en términos económicos y medioambientales.