¿Cuánto cuesta ahora reformar una vivienda para que sea eficiente energéticamente?
La reforma integral de una casa, cambiando ventanas, electrodomésticos y la climatización, podría costar entre 600 y 700 euros por metro cuadrado
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El incremento de los precios de materias primas como el vidrio, la madera y los metales como el acero o el aluminio han afectado considerablemente a la reforma de la vivienda. En cuestión de meses, hacer una obra en casa podría ser entre un 10%y un 15% más caro, según afirma el portavoz y director del Proyecto Green de la empresa especializada en la gestión de activos inmobiliarios MPS by BC, Raúl Gallego-Iniesta. La mayor subida se registra en los metales que llevan tanto las estructuras, cerrajerías o ventanas, que ahora cuestan “hasta un 30% más”.
Teniendo en cuenta estos precios, la reforma integral de una vivienda para hacer de esta un lugar eficiente podría costar entre 600 y 700 euros por metro cuadrado, añade Gallego-Iniesta, que calcula entonces que en el supuesto de que la casa tenga unos 90 m2, la obra superaría los 60.000 euros. Este importe, además, estaría dentro de los parámetros que recoge una encuesta realizada en el tercer trimestre de 2021 por la comunidad de profesionales de la construcción Habitissimo.
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En dicha encuesta, el 21% de los ciudadanos que habían hecho una reforma completa de su vivienda declaró haber invertido más de 70.000 euros; el 13% entre 60.000 y 50.000 euros; el 16% realizó un desembolso de entre 50.000 y 40.000; otro 14% entre 40.000 y 30.000; el 32% destinó entre 30.000 y 20.000, y el 4% menos de 20.000 euros.
Para poder financiarlo, “hay bancos que cuentan con algún producto específico para reformas o dan la opción de aumentar la cuantía de la hipoteca para financiar la reforma de la vivienda", explica el director de Hipotecas de iAhorro, Simone Colombelli, que lamenta que “hay un gran desconocimiento entre los ciudadanos” de que existen este tipo de financiaciones, en parte porque “se les educa para que piensen que para reformar tienen que ahorrar”.
La inversión podría recuperarse a los 5 años de la reforma
Cambiar ventanas, comprar electrodomésticos que consuman menos, climatizar todas las estancias de la casa, mejorar el sistema de calefacción y el de iluminación, o instalar placas solares en la cubierta de la vivienda, si fuera posible, serían algunas de las actuaciones más importantes para notar un importante ahorro en la factura de la luz. Solo con la instalación doméstica de autoconsumo fotovoltaico se calcula que el ahorro puede rondar el 60% o el 80% en la factura.
Así, el portavoz de MPS by BC calcula que “el retorno de la inversión podría lograrse entre 5 y 8 años después de hacer la reforma" y añade que también “hay ayudas energéticas tanto para barrios y edificios como para viviendas unifamiliares” que da el Gobierno, financiadas con los fondos europeos Next Generation.
Por ejemplo, en lo que respecta a hogares unifamiliares, por instalación de placas solares, las ayudas podrían llegar hasta los 600 euros por kilovatio pico (kWp) y los 490 euros por kilovatio hora (kWh) de almacenamiento en baterías. En los casos de municipios menores de 5.000 habitantes, estas ascenderían a 655 euros por kWp y de 505 euros por kWh. Y una vivienda media sin climatización eléctrica con una instalación de 3,6 kWp podría recibir una subvención de más de 2.000 euros cuando el coste de instalación estaría entre 4.500 y 5.000 euros.
Estas subvenciones han hecho que la demanda de ofertas recibidas por el Grupo Enhol, especializado en energías renovables, "se haya multiplicado en el último año por cinco o seis tranquilamente", asegura su responsable de desarrollo de negocio, Mikel Sánchez. No obstante, el sector de las reformas no pasa por su mejor momento.
“Durante todo el 2021 y hasta febrero de este año se han hecho muchas más reformas de lo que era la media”, valora el secretario general de la Asociación Nacional de Distribuidores de Cerámica y Materiales de Construcción (Andimac), Sebastián Molinero. Pero, finaliza, “las previsiones a partir de ahora son papel mojado” tanto por el coste en la subida de materiales como por la huelga de transportes o la guerra entre Rusia y Ucrania, que han hecho que el sector se encuentre “en una situación muy delicada, de gran incertidumbre”.