Nueva vuelta de tuerca al Sistema Público de Pensiones. El Gobierno de coalición se ha comprometido con la UE en ampliar el periodo de cálculo de las pensiones desde los actuales 25 años hasta una cifra aún no concretada, pero que podría llegar hasta los 35, casi la totalidad de la vida laboral de un trabajador en España. Para los expertos consultados por Informativos Telecinco, la medida es solo un parche cuya principal consecuencia apunta a en una doble dirección: reducción de las pensiones futuras y prolongar la vida laboral.
El Gobierno, a través del ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá y de la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, han negado este recorte en la pensiones de los futuros nuevos jubilados.
Escrivá ha llegado a calificar este jueves las informaciones sobre esta ampliación como una "absoluta serpiente de verano", mientras que Nadia Calviño aseguraba que "al contrario" de lo que se afirma, la medida puede beneficiar a los que han perdido sueldo en los últimos años.
Pero, ¿qué piensan los expertos? Para Jorge Campmany, responsable del despacho Campmany Abogados especializado en Seguridad Social y pensiones, no es la primera vez que este debate salta a la opinión pública. Recuerda que cuando en 2011 se publicó la ley que pasaba de los 15 años de cómputo a los 25 actuales ya se debatió sobre las consecuencias para las pensiones de esta ampliación.
En ambos casos, recuerda Campmany, los argumentos fueron similares y apuntaban en la dirección de una mejora en las pensiones para los trabajadores que accedían a la jubilación tras la sangría para el empleo que supuso la crisis de 2008. Pero si en aquellos momentos la justificación podía tener cierta validez, con el cambio propuesto, es seguro que la primera pensión será más baja.
Y eso ¿por qué?. José Carlos Díez es profesor de Economía en la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid) según él, con este cambio, "lo que se hace al alargar el periodo de cálculo es incluir la inflación y esta va aumentando el salario cada año, por lo que si retrocedes lo que te encuentras son salarios más bajos. Al calcular el promedio quitas la inflación y te queda una primera pensión inferior".
El acuerdo con Bruselas es solo un apunte, un compromiso pendiente de desarrollar a lo largo de 2022. Escrivá reconoce que las fórmulas que podrían aplicarse pueden ser varias, entre ellas la de extender el periodo de cálculo a más años y descartar los peores años cotizados y escoger sólo los mejores.
Jorge Campmany cree que "todo depende de cuáles sean los mecanismos de compensación que existan para suplir aquellos meses en los que no haya cotización porque no haya trabajo".
Según este experto, al llevar el periodo de cálculo para la pensión a un periodo de 35 años nos estamos situando ya en casi el ciento por ciento de la vida laboral de un trabajador con lo que hay poco margen para rellenar esas lagunas de los periodos no cotizados.
Campany explica cómo funciona este cálculo de los periodos no cotizados o lagunas "lo que se hace es coger la base mínima de un trabajador de 18 años correspondiente a ese periodo y se aplica durante 48 meses, es decir, 4 años. A partir del mes 49 la base se reduce en un 50 por ciento".
Como consecuencia de este sistema "si ampliamos a 35 años, lógicamente estos 4 años en muchos casos van a ser insuficientes" en un sistema como el que baraja el ministro Escrivá de rechazar los peores años de cotización.
Campmany está convencido de que esta ampliación por regla general "va a ser muy perjudicial para mucha gente" porque que habrá en muchos casos una "doble penalización" ya que para cobrar el ciento por ciento de la pensión hay que cotizar un mínimo de 36 años hasta 2022, de forma que si tengo cotizados 32 años voy a poder acceder a la jubilación, pero voy a tener una reducción porque ya no cobraré el 100 %; y a eso se le añadirá el recorte por los periodos de laguna, mucho más probables en el posible nuevo cómputo de 35 años que en el anterior de 25.
A la larga, concluye Campmany, "lo que va a hacer es obligar a la gente a jubilarse más tarde y trabajar más, pero esto no va a solucionar el problema"
Para Jorge Campmany y José Carlos Díez, el problema del Sistema Público de Pensiones es el de su sostenibilidad a medio y largo plazo. Para este letrado, "el sistema necesita una reforma profunda que nadie se atreve a hacer y todo son parches. El sistema no da para más hoy por hoy".
José Carlos Díez, apunta en la misma dirección al insistir en que "de lo que deberíamos de hablar es que el sistema de pensiones no es sostenible tal y como está ahora diseñado, principalmente por el envejecimiento de la población".
En su análisis este profesor de Economía de la Universidad de Alcalá de Henares señala que "cada vez hay más pensionistas por trabajador en activo y sobre todo, sus pensiones son cada año más elevadas que los los sueldos de los nuevos trabajadores". Una realidad que no debe ocultar otra aún más seria y es que "en España, hay muchas personas con pensiones muy bajas que hay que proteger porque están en un gran riesgo de pobreza extrema".