"Estoy tan feliz que no hago más que dar gritos por la casa. Debería estar haciendo las maletas, que voy ya de viaje, pero no me concentro". Decir que Rebeca Gimeno esta hoy contenta es poco. Razones tiene. Es su primer día de (merecidas) vacaciones y acaba de recibir el premio de periodismo Accenture en la categoría de Inteligencia Artificial.
La ceremonia de entrega de los premios ha sido online esta mañana y superando nervios y orgullo ha querido compartir el galardón con NIUS (donde ejerce como jefa de la sección de Economía) porque "es un reconocimiento a un medio joven en el que nos hemos propuesto contar las cosas de otra manera". También ha tenido palabras para "los expertos y científicos que enriquecen el trabajo de los periodistas con sus investigaciones... y pierden su tiempo explicándonoslo"
El premio Accenture ("Información inteligente para una sociedad responsable") ha galardonado desde 1999 -según reza su web- a 71 periodistas que, a través de sus trabajos, "han dado a conocer los avances de la economía digital, la innovación y la tecnología y su influencia en el ámbito social y empresarial". Está dotado con 8.000 euros.
El artículo con el que Rebeca Gimeno ha ganado el premio es éste: "Los misterios de las noticias falsas y por qué es más importante investigarlo ahora". Es obvio que merece la pena leerlo, pero para quien vaya con prisa, analiza por qué las noticias falsas se han multiplicado durante la pandemia, reclama un enfoque multidisciplinar para atajar el problema y recoge artículos académicos y científicos relacionados con el tema.
Las otras ganadoras de los premios -pleno de chicas en esta 21 edición de los premios- han sido Laura G. de Rivera, en la categoría de economía e innovación por "¿Enchufarías tu cerebro a internet?" publicado en Muy Interesante e Isabel Rubio en la de Industria X.0 con su artículo "Así funcionan los coches con el elemento más abundante del universo", publicado en El País.
Rebeca es economista de formación y periodista de vocación. En su biografía de NIUS dice que de pequeña soñaba con subirse a un avión cargado de billetes rumbo a África para acabar con la pobreza. Y que, después de entender en un periódico qué era eso de la inflación que le iba impedir cumplir su sueño, decidió estudiar economía y trabajar de periodista.
Es fan incondicional de las películas de los estudios Ghibli y lo lleva hasta las últimas consecuencias, como se puede leer en este artículo. Y también es fan de Esther Duflo... y también hace gala de ello, como se puede leer en este otro. Escribe en un blog, @economiaendostardes, que alimenta en sus ratos libres.