Rellenar (con éxito y sin errores) todas las casillas necesarias de la declaración de la renta puede convertirse en misión imposible para todas aquellas personas que no dispongan de conocimientos en materia fiscal, algo que se aplica a la mayoría de los mortales. Por eso no está de más delegar este trámite en un profesional que conozca los entresijos legales relacionados con este impuesto y que esté al tanto de cualquier novedad aplicable en cada nuevo ejercicio. Afortunadamente, es posible delegar la presentación del IRPF y, de hecho, son muchos los españoles que optan por hacerlo, sobre todo cuando su declaración resulta compleja. ¿Quién puede hacer la Declaración de la Renta en tu nombre? ¿Qué necesitas para hacerlo?
Son muchas las dudas relacionadas con la presentación de la declaración de la renta, empezando por la pregunta más obvia: si estamos estamos obligados o no a presentarla y, en caso de no estarlo, si puede merecer la pena que lo hagamos por existir la posibilidad de que Hacienda nos devuelva dinero. A partir de este punto, las preguntas se multiplican y se vuelven más complejas: qué ingresos deben incluirse, cuáles corresponden a cada área, qué casillas son clave para que la declaración salga a devolver, cómo tributan las diferentes ayudas...
Por eso muchos españoles optan por delegar este trámite a una asesoría que recopile toda la información necesaria y la ponga en orden, informando además a sus clientes acerca de posibles formas de ahorrar en su IRPF. Esta ayuda externa se vuelve casi imprescindible en el caso de empresarios y autónomos: gracias a los profesionales de este área, se puede realizar el borrador de cualquier persona, así como revisar un borrador ya existente y, una vez aceptado, presentarlo ante Hacienda en nombre del declarante.
Por tanto, es posible que otra persona se encargue de presentar tu Declaración de la Renta y, para ello, basta con acudir a un asesor fiscal y permitirle que actúe en tu representación a la hora de presentar el documento. Eso sí, Hacienda insiste en que la persona autorizada a confeccionar la declaración de un tercero debe tener consentimiento expreso y estar en posesión de los datos de contraste que se soliciten: NIF/NIE y su fecha de validez, expedición o número de soporte, fecha de nacimiento, número de referencia, domicilio fiscal, y cualquier otro que en su caso se pudiera requerir, como pudiera ser el IBAN de una cuenta en la que figure como titular.
En cuanto a cuánto cuesta que te hagan la Declaración de la Renta, no existe una respuesta única: unos profesionales cobran más que otros, y la complejidad de tu caso tendrá mucho que ver con el precio final. Cuantas más fuentes de ingresos tengas, más complicada será tu declaración. Lo mismo se aplica a la existencia de subvenciones, ayudas, deducciones, inversiones, compraventas... Del mismo modo, cuanto más compleja sea tu declaración, más necesario será que delegues este trámite, no solo de cara a evitar posibles errores, sino también de cara a la posible aplicación de reducciones o deducciones que te ayuden a pagar menos.
Por ejemplo, tal y como aseguran desde Finect, revisar y confirmar el borrador de la renta puede costar unos 50 euros y hacer y presentar una declaración básica ronda los 100 euros. En este ejemplo podrían incluirse casos en que existan deducciones por vivienda, rendimientos de capital mobiliario (depósitos)... pero no inversiones en bolsa o fondos, por ejemplo. En el caso de las declaraciones complejas (inversiones, venta de vivienda, deducciones fuera de las habituales de vivienda, rendimientos de alquileres...), el coste puede llegar a los 150 euros.
Por último, no existe una repuesta clara a la pregunta de si merece la pena que nos hagan la declaración de la renta: si tu caso es sencillo (por ejemplo, si solo tienes rendimientos del trabajo y todos proceden del mismo pagador) y te desenvuelves bien en la web, es posible que no sea necesario: los datos sobre tu caso particular que ya estén en manos de Hacienda se incorporarán automáticamente a tu borrador, por lo que presentar este modelo puede ser tan sencillo como revisar tú mismo esta información y confirmar el documento elaborado automáticamente por la Agencia Tributaria.
Sin embargo, si te toca enfrentarte a las casillas de la Renta para reflejar información que no conste en el borrador inicial, tal vez sea mejor que sea un profesional quien toque estos puntos.