Solución extrema para reactivar la economía: ¿regalar dinero?
Los principales bancos centrales del mundo se reúnen estos días para valorar si siguen estimulando la economía con más bajadas de tipos de interés
Las medidas monetarias han perdido su efectividad y por eso se buscan caminos alternativos
Últimamente se vuelve a plantear cruzar el Rubicón de la ortodoxia económica y regalar dinero a la gente para que se lo gaste
Si has visto 'La casa de papel', te sonará. (Atención semi-spoiler: tienes que haber llegado a la tercera temporada). Está todo ya inventado: desde hace años la economía sabe que existe el “dinero helicóptero”, solo que nadie lo ha visto en la realidad. Cuando todo está casi perdido, no se sabe por dónde tirar porque las medidas no funcionan y la economía necesita una buena sacudida para reactivarse: ¿por qué no tirar billetes del cielo, concretamente desde un helicóptero? (A un economista llamado Milton Friedman se le ocurrió esta metáfora)
Antes de que digas “sí, qué gran idea” o “¿cómo es posible que no se haya hecho ya?”, vamos a aclarar de qué es y qué consecuencias tiene el dinero helicóptero.
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“Sería como un cheque bebé, solo que en lugar de tener un niño, recibirías dinero solo por el hecho de existir”, explica Jorge Bielsa, profesor de macroeconomía en la Universidad de Zaragoza. “Técnicamente es muy fácil de hacer. No es un problema. El dinero se distribuiría a través de los bancos”.
¿Así de fácil?
Sí, la ejecución sería cuestión casi de apretar un botón en alguna parte y las personas tendrían en sus cuentas bancarias de repente… 62 euros al mes del dinero helicóptero.
¿Por qué esa cifra y no mucho más? Bueno, estos son los datos utilizados para calcularlo:
- Mario Draghi dijo en la última reunión del BCE que el banco iba a gastar 20.000 millones de euros al mes en comprar deuda de la zona euro.
- Si en lugar de hacer eso, nos lo da a nosotros, habitantes del euro (somos unos 320 millones), salimos a 62 euros cada uno.
Este planteamiento, digamos "loco”, hace unos años se habría zanjado en menos que canta un gallo. Al economista que hubiera osado sugerirlo le habrían contestado: “No tienes ni idea. La inflación se dispararía”.
Ya no es así. Ahora se debate sobre el dinero helicóptero porque, según Bielsa, le hemos perdido miedo a la inflación. En Europa estamos en un momento en el que andamos casi suplicando por tener más inflación. (Apunte teórico: que suban mucho los precios es catastrófico pero que bajen tampoco es nada bueno).
El BCE hasta ahora ha intentado resolver la situación:
BCEresolver la situación
- Bajando el tipo de interés al que presta dinero a los bancos a cero.
- Poniendo en negativo los tipos que aplica a parte del dinero que guardan las entidades (para así empujarles a que lo pongan a circular).
- Inyectando billetes a través de las cañerías del sistema (vía compras de deuda en los mercados).
- Dando barra libre a los bancos de dinero prestado en condiciones muy ventajosas.
Resultado: la medicina está dejando de afectar a los precios, la economía no es que esté para tirar cohetes y algunos temen que con tanto chute reviente alguna tubería de la presión (es decir: problemas). El dinero helicóptero sería una acción directa mucho más efectiva, sin intermediarios. ¿Una buena idea solo sobre el papel?
“La política monetaria está muy cerca de su límite y está perdiendo eficacia para poder seguir estimulando la actividad. Con las medidas de la semana pasada el BCE prácticamente ha apurado sus posibilidades”, explica Gonzalo García, analista de mercados de AFI. “Creo que es importante tener este debate sobre si el dinero gratis, bien para las personas o el gasto de un gobierno, sería más eficaz para sostener la demanda de una economía”.
García pone como ejemplo una hipotética crisis futura que nos pille con unos tipos en cero o muy cerca y por lo tanto con poco recorrido para ayudar al enfermo. “Es mucho más grave lo que podría pasarle a la economía si no dispone de palancas para hacer frente a una crisis que el riesgo de imprimir dinero para los gobiernos”, sostiene.
… Pero no hay nada gratis
El dinero helicóptero es verdad que sale gratis de la máquina de hacer dinero (en realidad vuelve a ser un simple botón porque es dinero electrónico). Surge de la nada y por lo tanto no hay que devolverlo. No es deuda. Es casi como hacer un abracadabra. Pero… en realidad lo normal es que nos pasara factura de alguna manera más invisible. ¿Cómo?
- Generando poca o mucha inflación (que es una forma de pagar: con el mismo dinero compras menos cosas porque son más caras).
- Devaluando el tipo de cambio de la moneda (y de nuevo: es una forma de pagar. Para irse al extranjero de vacaciones o comprar un producto de fuera hace falta más dinero).
Estos efectos secundarios se pueden más o menos anticipar, pero lo que nadie sabe es cómo puede cambiar la estructura mental de la gente si cree que una solución a los problemas es recurrir al dinero gratis. Es también por supuesto un problema político, de generación de expectativas, un riesgo moral (ancha es Castilla para la procrastinación si tienes dinero gratis...) El dinero helicóptero es como una especie de arma nuclear que hay que manejar con mucho cuidado.
¿Quiénes son los mayores fans del dinero helicóptero?
Hablamos de un sector hasta ahora minoritario dentro del mundo de la economía. Entre ellos habría que destacar al barón Turner de Ecchinswell, más conocido como Adair Turner. Este académico, expresidente de la autoridad de servicios financieros del Reino Unido, escribió un libro ‘Entre la deuda y el diablo’ (Princeton, 2016) en el que explicaba por qué la opción dar dinero gratis (diablo) era mejor que cebar. (En toda esta cruzada para conseguir más inflación el banco central del euro se ha zampado 2,5 billones de euros de bonos).
A ver, seamos realistas: ninguna de las dos opciones es para tirar cohetes. La deuda obliga a devolver el dinero, mientras que la opción billetes gratis, no (aunque ya hemos dicho que tiene costes solo que son más invisibles).
Sin embargo la medida empieza a seducir a gente a la que no se le puede acusar precisamente de ser radical. Ben Bernanke, expresidente de la Reserva Federal, cuando dejó su cargo diseñó una especie de plan de vuelo para ese helicóptero cargado de dinero. El peligro más grave al acecho es que el gobierno de turno utilice a su antojo el poder de la máquina de hacer dinero para financiar todo el gasto que quiera.
“La gente lleva tiempo pensando este tema”, argumenta García. “Los anglosajones utilizarán esta herramienta en cuanto lo necesiten. El banco central puede dar el dinero a las familias o bien al gobierno para que lo distribuya o gaste. En Europa las restricciones políticas para llegar a algo parecido son altísimas así que no creo que ocurra”.
La magia que nadie se ha atrevido a probar
Pensemos en el país más cercano teóricamente para ensayar el abracadabra del dinero: Japón. “Este país es un experimento de macroeconomía a cielo abierto”, sostiene Bielsa. “Llevan veinte años un montón de gente muy lista y muy buena tratando por todos los medios arrancar la inflación. Han intentado de todo. Solo les ha faltado ir a las tiendas a pedir que suban los precios. Pero el hecho de que no se hayan atrevido a probar el dinero helicóptero es una muestra de que ahí puede haber un problema gordo…”
¿Qué opina el BCE?
Como el estigma ya decimos no existe ya, son varias las veces que Mario Draghi, el presidente del Banco Central Europeo, ha tenido que responder a esta cuestión del dinero helicóptero. La última, hace tan solo unos días. El italiano fue muy cauteloso pero también claro. No quería que sus palabras se malinterpretaran como la última vez. “Que hagan el favor de no meterme en este lío”, vino a decir (pero con palabras de banquero central). Total, él ya está de salida... El mismo día del Brexit, el día 31 de octubre, se va del BCE.