Son héroes anónimos que se debaten en la incertidumbre ante el disparado precio de la luz, que ahí sigue pese a las disputas y órdagos políticos. No quieren subir productos que consideran básicos, saben que muchos de sus clientes están al límite y tampoco se plantean por ahora despedir gente aunque si todo sigue así no les quedará otra. Se acerca el fin de semana pero el precio de la electricidad sigue imparable. Hoy de nuevo, por encima de los 137 euros el megavatio.
Cifras históricas que ahogan a los pequeños negocios que consumen mucha electricidad y que venden un producto tan básico como el pan. Ellos no pueden aprovechar como otros las horas valle. Javier se niega a subir el pan porque lo considera un producto básico. Él no puede para de usar electricidad. Sus hornos tienen que estar a toda potencia, catorce empleados y una factura disparatada. Son los gastos a los que se enfrenta este panadero, que se resiste a subir el precio del pan. "Al menos de momento porque tampoco quiere prescindir de ninguno de sus empleados.
informativos Telecinco se acerca también a una pastelería en el que la factura de la luz se ha duplicado. Pagaban 900 euros, ahora, unos 1600 euros. Pero no tienen opción. No pueden prescindir de los hornos. "Todo el día cociendo. Esto es una ruina", comentan resignados. A Justa, pescadera, le ha subido más de 100 euros la factura. Y para ahorrar gastos solo abre por la tarde.
Negocios pequeños que venden productos básicos y que buscan, como pueden, la forma de sobrevivir. Los proveedores ya mandan cartas avisando de que van a subir los precios. No es solo la electricidad.