Sol playa y paseos marítimos llenos de gente. La imagen durante este puente en los principales destinos se parece mucho a la que había antes de la pandemia e insufla optimismo al sector. Sobre todo después de un verano a medio gas, con el turismo internacional muy por debajo de un año normal y la quinta ola en plena ebullición.
Así, este puente del Pilar podría ser un punto de inflexión para el principal motor económico de España. Al inicio de los cuatro días festivos, la cifra de ocupación se acercaba a la época de prepandemia, especialmente en el sur peninsular, donde se han ocupado 7 de cada 10 plazas hoteleras. Exceltur ha mejorado recientemente sus previsiones para este año. Ahora esta patronal estima que los ingresos caerán un 43,9% en comparación con 2019 frente al 46,9% que pronosticaba en julio.
La festividad ha sido la primera con apenas restricciones desde el inicio de la pandemia, lo que ha motivado la movilidad de los turistas nacionales. En estos momentos, la incidencia acumulada a 14 días sigue bajando y se sitúa en 46 casos por 100.000 habitantes de media. Es la mejor cifra desde julio del pasado año y está calificada como "riesgo bajo", según los parametros del Consejo Interterritorial. Por ello, casi la mitad de la población española ha visto como todas las restricciones de aforos y horarios han caído este fin de semana.
A esto se suma el aumento paulatino de los turistas extranjeros. Por ejemplo, los visitantes británicos que desde la semana pasada no tienen que cumplir cuarentenas o hacerse PCR al volver a su país si vuelan desde España.
Una situación que se ha reflejado en las cifras hoteleras de estos días. En las costas del sur y el Levante, las asociaciones hoteleras cifran la ocupación en torno al 70-80%, números que se acercan a los alcanzados en el puente del Pilar de 2019. Ciudades como Marbella incluso han rozado el 90% de ocupación, de acuerdo con la alcaldesa Ángeles Muñoz.
De hecho, el vicepresidente de la Junta de Andalucía y consejero de Turismo, Juan Marín, se ha mostrado optimista con que la autonomía alcanzará la previsión de 21 millones de viajeros para final de 2021. "Estamos seguros de que vamos a alcanzar la cifra, con lo cual se confirmaría también la tendencia para 2022 de que será el año definitivo de la recuperación del sector turístico", ha dicho Marín en declaraciones tras los por el Día de la Hispanidad en Sevilla.
Otro de los destinos favoritos del puente ha sido Benidorm, que empieza a atraer de nuevo a los turistas internacionales. Aunque los turistas nacionales, que salvaron los muebles en verano, todavía han supuesto el 40% de las reservas. La ciudad incluso ha contado con más plazas hoteleras que en plena temporada alta estival: un 93 % de los hoteles está abierto. Toda la costa de la Comunidad Valenciana ha registrado porcentajes de ocupación sobre el 70%.
También ha funcionado el turismo urbano: el Real Alcázar de Sevilla ha colgado el cartel de no hay billetes durante durante tres días seguidos, algo que se produce "por primera vez desde hace mucho tiempo", según las autoridades locales. Imágenes que también se han repetido en las principales atracciones turísticas en Madrid o Barcelona.
Los turistas tampoco han desdeñado alternativas más rurales. La ocupación media hotelera en el Pirineo ha se situado en el 80%, según ha compartido la Asociación Provincial de Hostelería oscense. En algunas zonas, como la comarca del Sobrarbe, donde está el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, se ha rozado el lleno completo. Este fin de semana los autobuses que suben hasta la pradera se interrumpieron a las 12:00 horas, debido a la cantidad de personas que se habían concentrado.
Lo mismo ha ocurrido en Asturias: la ocupación registrada en el puente roza el 90% según los datos recabados por la asociación hostelera Otea. Aunque los destinos preferidos han sido Oviedo, Gijón y Avilés, tampoco han faltado aventureros. "Es significativo que se den cifras del 50% en acampada cuando estamos a mitad del mes de octubre", han señalado desde el sector. Además, el turismo rural ha mantenido muy buenas cifras de ocupación con una media regional del 80%.
La relajación de las restricciones también está llegando a Europa, con lo que el turismo internacional empieza a llegar a nuestro país. Los hosteleros tienen la vista fijada en los británicos. Desde el lunes 4 de octubre, aquellos que están vacunados pueden viajar a territorio español para sus vacaciones sin guardar cuarentena ni hacerse dos PCR a su regreso a Reino Unido. "Se quedan hasta 15 días, incluso más tiempo que antes porque aprovechan que ahora también hay menos restricciones", señalaba a NIUS Julio García Serón, director del Hotel Costa del Sol.
Estas menores limitaciones están animando a muchos ingleses que buscan disfrutar del buen tiempo que todavía ofrece el sur peninsular. Incluso su primer ministro, Boris Johnson, voló a Marbella el pasado jueves para disfrutar de unos días de relax. Una imagen de "normalidad" que puede animar a sus compatriotas a venir a España durante el otoño.
La previsión para final de año, presentada por el Gobierno en septiembre, es que el PIB turístico de este año se aproxime al 50% del de 2019, que fue un año récord, con 154.487 millones de euros. El porcentaje es algo inferior al pronosticado por la patronal Exceltur (56%), que revisó al alza sus previsiones, tras mejorar en los ingresos previstos para la campaña estival. Estimaba que la diferencia entre el verano prepandemia y el de 2021 rondaría 34,9% y fue 8 puntos menor.
Lo cierto es que es difícil saber si se llegará al objetivo. Aunque lo cierto es que si atendemos a los datos del INE sobre gasto de los viajeros extranjeros en 2021 respecto 2019, en julio y agosto, sí que rondaron la mitad de lo que desembolsaron en sus vacaciones. Pero, en el acumulado en lo que va de año, en agosto de 2019 rondábamos los 64.000 millones de euros, frente a los 17.000 millones de este año. Es decir, el turismo nacional tendría compensar notablemente la falta de turistas extranjeros durante gran parte de esta campaña.