Todos queremos más. Normal. Los mensajes del gobierno han sido inequívocos. Se crea empleo, la economía crece, sube hasta un poco la inflación, lo que indica que hay movimiento en el consumo, y volvemos a sentir atascos en las grandes ciudades. Atascos de los de verdad.
Todo ello se traduce en que tras años de travesía del desierto, los colectivos más afectados quieren ver recompensado su esfuerzo. Los funcionarios públicos verán incrementarse sus salarios siempre y cuando se aprueben los PGE, los empleados públicos como la Policía y Guardia Civil también verán incrementados sus salarios en base a la aprobación de los PGE. Y ahora les llega el turno a los médicos, los profesionales de la enfermería, la docencia y como punta de lanza los pensionistas.
¿Qué pasa con las pensiones? ¿No eran cosa del Pacto de Toledo? Pues no, son cosa de Presupuestos que para eso están. ¿Y dónde se negocian los presupuestos? Pues en el Pacto de Toledo no.
Y ahí está el Presidente del Gobierno asegurando que todo es negociable si cabe en unos presupuestos que se saquen adelante. Previsiblemente el viernes 23 de Marzo el consejo de ministros aprobará los PGE y los enviará al Congreso para su debate.
En ellos ya se encuentran dos propuestas de Rajoy, por un lado el incremento de las pensiones mínimas y por otro la bonificación fiscal a los pensionistas. No sabemos el alcance de la primera propuesta, ni de la segunda.
Este miércoles Rajoy anunció también que subiría las pensiones de viudedad. Pero seguimos sin saber cuanto. Todo una incógnita.
Más pensionistas, menos trabajadores
Algo hay definitivo, este año, el gasto en pensiones sube en 3.800 millones de euros. Cada vez hay mas pensionistas y menos personas trabajando. Y las que entran al mercado laboral tienen salarios muy bajos lo que no les permite poder ahorrar para una pensión privada complementaria.
Porque lo que los empresarios pagan en cuotas a la seguridad social no se ha reducido. Aquella persona que ingresa 1.000 euros netos al mes, en realidad está cobrando 1.400 euros por el coste que tiene para el empresario y el trabajador la cuota de la seguridad social.
En teoría ese es un esfuerzo que hacen los trabajadores actuales para ahorrar, a través del estado, para tener sus pensiones futuras. Pero no es cierto. Esos 400 euros aproximadamente van a pagar las pensiones de los pensionistas actuales, que cada vez son más porque se ha incrementado la esperanza de vida, y además gracias a la sanidad con mucha mejor calidad de vida.
Cada vez hay más jubilados y menos niños. En Japón a día de hoy se venden más pañales para personas mayores que para niños. En España hay un problema serio demográfico, y además de modelo de empleo y de crecimiento económico.