Doscientos ventiladores para unas doscientas familias sevillanas sin recursos, porque hacer frente al calor parece sencillo cuando se tiene todo al alcance, pero cuando no, es difícil de soportar física y económicamente.
Casos como el de José Miguel que no se puede permitir el aire acondicionado, vive en Granada con sus dos hijas y su mujer, y el recibo de la luz se dispara, por eso en su lugar usa el ventilador.
La pobreza energética afecta a un 10% de la población, existe y no sólo en invierno, también se sufre en verano.