Han bastado 10 meses y medio de pandemia para que la economía española sufra una transformación inédita hasta ahora en su estructura.
En este breve periodo de tiempo la COVID-19 ha reordenado la importancia de los sectores dentro del Producto Interior Bruto de una manera que ni las anteriores crisis ni las políticas adoptadas en los 50 últimos años habían logrado antes.
El avance de la Contabilidad Nacional que acaba de publicar el INE refleja una caída del PIB del 11% en el año 2020. Pero al analizar estos datos desde el punto de vista de la oferta se observa que hay sectores que han superado con creces este desplome, mientras que otros han presentado incluso tasas de crecimiento positivas.
Entre los sectores más castigados se encuentran la Construcción (que ha caído un 15,9%) y los Servicios (que han bajado 11,2%). La Industria ha logrado resistir algo mejor, aunque ha acabado cediendo un 9,4%, mientras que la Agricultura ha sorprendido con un avance del 4,7% respecto a 2019.
La evolución de estos sectores ha tenido reflejo en su peso sobre el PIB, con cambios en muchos casos inéditos en la serie histórica de la economía española. Lo habitual de un año a otro son cambios de centésimas. Pero en 2020 las diferencias han sido mucho más elevadas.
El sector Servicios es el más importante de España. Lo es desde que hay datos y cada vez tiene mayor peso en la economía. A finales del siglo XX representaba el 60% del PIB. Ahora supone casi el 68%.
Su importancia apenas ha variado en 2020 respecto a 2019. Pero si analizamos con detalle sus componentes vemos que tras 10 meses de pandemia se ha producido una profunda transformación de su estructura.
Esta evolución económica de las distintas actividades de los Servicios ha provocado un vuelco en la estructura del sector, medida en porcentaje sobre el PIB de cada una de ellas.
En el lado contrario, la actividad que más importancia ha ganado durante 2020 ha sido la de los servicios de administración pública, educación y sanidad. Ha disparado en 2,5 puntos su peso en la estructura económica española y lo ha elevado hasta el 18,8% del PIB, lo que supone el mayor porcentaje desde que comenzó esta serie, en 1995.
Las actividades inmobiliarias también han sido protagonistas desde que comenzó la pandemia, hablando en términos de su peso sobre la economía. En 2020 han pasado a representar el 11,4% del PIB, casi un punto más que en 2019 y su valor más alto en seis años.
Al igual que sucedió antes de la última crisis económica, las actividades financieras y de seguros también han aumentado su representatividad durante 2020. Ahora suponen el 4,1% del PIB, su máximo desde 2009.
Durante 2021 veremos si estos cambios de estructura se consolidan o si una posible recuperación de sectores que hasta ahora han sido clave en la economía española, como la hostelería o el transporte, los devuelven a los niveles previos a la pandemia.