La temporalidad y la precariedad lastran el empleo
Los datos del paro del mes de septiembre muestran una subida suave del desempleo, pero no parecen alertar a los economistas. Sin embargo, el paro se convierte en un drama para aquellos que lo sufren y cuentan como la temporalidad y la precariedad son los ingredientes habituales en una oferta de trabajo. Contratos de un día, dos días, una semana, un mes… son los habituales para sustituir en vacaciones y ausencias de libranzas a los trabajadores habituales. Igualmente, las condiciones suelen ser muy precarias y la obligación de alargar la jornada laboral, la gratuidad de las horas extras o incluso el trabajo remunerado sin contrato está también a la orden del día. Lo más dramático de esta situación es que afecta por igual tanto a los menores de 30 años como a los mayores de 45.