La economía mundial crecerá este año ligeramente por debajo de lo esperado anteriormente, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que ha revisado una décima a la baja su pronóstico de expansión global, hasta el 3,2%, como consecuencia de la incertidumbre desatada por las tensiones comerciales, mientras que ha confirmado su previsión de un crecimiento del 3,4% el próximo año.
"La economía mundial no se encuentra en un buen lugar y a no ser que se desescalen las tensiones comerciales podría empeorar", ha advertido el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, durante la presentación en París de las nuevas proyecciones macroeconómicas de la institución.
En este sentido, la OCDE señala a las persistentes tensiones comerciales como el principal factor que lastra el crecimiento de la economía mundial, apuntando que se espera un crecimiento del 2% del comercio mundial en 2019, lo que sería su menor expansión en una década.
"La frágil economía global se está viendo desestabilizada por las tensiones comerciales", declaró la economista jefe de la OCDE, Laurence Boone, subrayando que se está produciendo una "estabilización" del crecimiento en niveles bajos, mientras que persisten graves riesgos en el horizonte, por lo que los gobiernos deben trabajar conjuntamente para garantizar la vuelta de un crecimiento sólido y sostenible.
A pesar del empeoramiento de sus proyecciones globales, la OCDE ha revisado al alza sus anteriores previsiones para la zona euro, que crecerá en 2019 un 1,2% y un 1,4% el próximo año, en ambos casos una mejora de dos décimas respecto de lo anticipado el pasado mes de marzo.
En este sentido, la organización internacional señala que el crecimiento de la región se mantendrá débil como consecuencia de la baja confianza empresarial y a debilidad de la demanda externa, lo que lastra la inversión, por lo que la actividad seguirá viéndose apoyada en la robusta evolución del mercado laboral, con bajada del desempleo y subidas de los salarios, mientras que la inflación repunta gradualmente.
De este modo, la OCDE considera "apropiado" retrasar la normalización de la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) hasta que la economía de la zona euro alcance el objetivo de inflación.
Entre las principales economías de la zona euro, la OCDE ha mantenido sus previsiones para España en el 2,2% este año y el 1,9% en 2020, mientras que ha mantenido en el 0,7% su pronóstico de crecimiento para Alemania este año y ha mejorado una décima el de 2010, hasta el 1,2%.
En el caso de Francia, la OCDE ha confirmado su previsión de crecimiento en el 1,3% para este año y el siguiente, mejorando en dos décimas su previsión para Italia, que en 2019 se estancará, y elevando una décima la proyección de crecimiento para 2020, hasta el 0,6%.
Por otro lado, las nuevas previsiones de la OCDE anticipan un crecimiento del 2,8% para EEUU en 2019, dos décimas por encima de la previsión del pasado mes de marzo, mientras que ha mejorado una décima su pronóstico de cara a 2020, hasta el 2,3%