Este lunes el Consejo de Ministros ha dado luz verde a una nueva fase de los ERTE. De un modelo basado en los llamados ERTE sectoriales, con una protección especial a las actividades más castigadas por la pandemia, se pasa a dar mayor apoyo a las empresas que promuevan la formación de sus empleados. Se subvencionará el grueso del coste de los cursos y se aplicaran exoneraciones a las compañías que implanten el sistema. El objetivo, según el Gobierno, es recapitalizar a los trabajadores y mejorar su empleabilidad.

Pero, ¿cuáles son las condiciones para las empresas? ¿Cuántos trabajadores siguen en ERTE y qué sectores son los más damnificados? ¿Qué tipo de formación pueden recibir estos trabajadores? En NIUS hacemos una radiografía del nuevo régimen.

Con el nuevo sistema, el porcentaje de exoneraciones a las cuotas de la Seguridad Social serán del 50% para las empresas de menos de 10 personas; para las que tengan una decena o más serán del 40%. Sin embargo, si las compañías ofrecen formación a su plantilla el porcentaje sube hasta el 80%.

Las empresas que instruyan a personas afectadas por este tipo de ERTE recibirán financiación extra para actividades formativas, en función de su tamaño:

Las compañías tienen un mes para adaptarse a los nuevos ERTE: en octubre se mantienen las condiciones de los actuales y el nuevo sistema entra en vigor el 1 de noviembre, hasta el próximo 22 de febrero. Será obligatorio solicitar ante la autoridad laboral competente la prórroga de los expedientes de los trabajadores entre el 1 y el 15 de octubre.

Y, ¿cuántas personas hay en ERTE en estos momentos? Según el último dato de la Seguridad Social, el 14 de septiembre todavía había 253.969 personas en ERTE en España. La mayor parte de ellos seguramente siga en dicha situación con el nuevo sistema.

En cuanto a los sectores más afectados, de las 272.190 personas en ERTE a cierre de agosto, el 75% estaba empleada en alguna actividad relacionada con la hostelería y el turismo, el comercio y actividades deportivas y de ocio. Estas han sido las áreas en las que las restricciones por covid se han mantenido durante más tiempo y cuyo ritmo de trabajo ha bajado notablemente, a pesar de una paulatina recuperación.

Entonces, ¿qué tipo de cursos puede hacer una persona en esta situación? El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo (FUNDAE), a través de centros nacionales y autonómicos, ofrecen cientos de cursos a lo largo del año en diferentes sectores, tanto de forma online como presencial.

En el caso de la hostelería y el turismo, área a la que pertenecen la mayoría de personas en ERTE, hay muchos talleres que superan las 30-40 horas mínimas establecidas en el acuerdo. Pautas de innovación en la cocina, clases de idiomas para tratar con clientes extranjeros, cursos de comercio electrónico para adaptarse al auge de las ventas online, gestión de alojamientos turísticos; etc. La lista es interminable.

También hay cursos muy especializados, ideales para ampliar currículum: corte y cata de jamón en Madrid; ecoturismo en Alcorcón (Madrid); cocina de caza setas y trufas en Zaragoza; reparación de material de esquí en Huesca; cocina para celiacos en Gijón; sumillería en Haro (La Rioja); monitor astronómico en Cuenca; turismo inclusivo para personas con discapacidad en Palencia, creación de cartas y menús en Mérida o cocina sana en Murcia, son algunos ejemplos.

Cómo adelantábamos más arriba, para que las empresas puedan acogerse a los nuevos ERTE, también deberán formar a cada empleado un número mínimo de horas. En las compañías de 10 a 49 trabajadores los cursos impartidos durarán al menos 30 horas y en las que tienen 50 o más personas en plantilla tendrán 40 horas como mínimo.

Además, estas actividades deberán desarrollarse durante la jornada suspendida. Es decir, se llevarán a cabo en las horas o días en las que el empleado no trabaje. Los cursos formativos deberán realizarse antes del 30 de junio de 2022.