Matrimonio y paro: ¿tienen algo que ver?
La tasa de desempleo de los casados es 10 puntos más baja que la de los solteros
Casarse puede ser una de las mejores opciones para evitar formar parte de la tasa de paro de España. Sobre todo en tiempos de crisis. Los datos demuestran que el matrimonio tiene un efecto balsámico sobre el desempleo entre las personas que lo contraen.
En la actualidad la tasa de paro de los casados es del 11%, lo que supone cuatro puntos menos que la del total de la población (15,3%), según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del INE.
Pero si esta tasa se compara con la de los solteros (que roza el 21%), la diferencia se eleva hasta los 10 puntos. La disparidad no es nueva. Desde comienzos de siglo la tasa de paro de las personas casadas siempre ha sido inferior a la de los que permanecen célibes.
Más brecha en tiempos de crisis
En las épocas de crecimiento económico de principios de siglo la tasa de paro de los casados apenas era cinco puntos mayor que la de los solteros. Desde mediados de 2006 hasta finales de 2007 incluso se redujo a cuatro puntos.
Pero según empezó 2008 y la crisis económica fue tomando cuerpo, la diferencia de paro entre estos dos estados civiles se disparó por encima del 10%. Y en los años centrales de la crisis (entre 2012 y 2014) llegó a superar los 12 puntos.
La recesión económica en la que acaba de entrar España posiblemente aumentará la brecha de tasa de paro entre solteros y casados. Pero dada la magnitud del actual desplome del Producto Interior Bruto (PIB) no se puede descartar que la diferencia fije nuevos máximos.
En este sentido cabe recordar que los mayores descensos del PIB en la anterior crisis fueron del orden del 4%. En la actual, con sólo 15 días de pandemia el PIB bajó un 4,2% en el primer trimestre. Y en el segundo la caída ha sido del 21,5%.
El matrimonio, mejor para el hombre
La brecha entre casados y solteros es sensiblemente mayor en los hombres que en las mujeres.
Con datos del segundo trimestre de 2020 la tasa de paro de los solteros y las solteras era similar, del 21%. Sin embargo, la de los hombres casados era del 9%, mientras que la de las casadas se elevaba al 13,6%.
Así pues, la tasa de paro siempre es menor entre los que han contraído matrimonio. Pero la diferencia favorable con las personas solteras es mayor en el caso de ellos (12 puntos) que en el de ellas (7 puntos).
El divorcio, no antes de los 35
Aparte de los solteros, el matrimonio también conlleva una tasa de paro menor que la de otros estados civiles. La de las personas separadas o divorciadas fue del 15,5% en el segundo trimestre. La de las viudas, del 14,7%.
Si se comparan casados con divorciados llama la atención la diferencia que existe en la franja de 30 a 34 años. A esas edades los que han roto su matrimonio tienen una tasa de paro del 30%, el doble que la de los casados.
Así que, si alguien de 30 a 34 años se divorcia tiene muchas posibilidades de colaborar en un aumento de la tasa de desempleo nacional. A partir de los 35 años la tasa de paro de los que han roto su matrimonio se aproxima a la media nacional, aunque siempre se mantiene por encima de ella. Y más aún de la de los casados.
Argumentos sociológicos
Muchos sociólogos de la denominada ‘family economics’ que inspiró el Premio Nobel de Economía, Gary S. Becker, plantean que el matrimonio modera los efectos de las crisis económicas. Sin embargo, la relación entre empleo, paro y matrimonio parece tener también un elevado componente de explicación sociológica.
En esta área, el experto William Seweell estudió la Marsella del siglo XIX y llegó a la conclusión de que los obreros no cualificados son a menudo solteros y móviles, mientras que los cualificados son casados y estables.
Para el catedrático de sociología, Julio Iglesias de Ussel, el descenso de la nupcialidad en España desde 1975 “no tiene explicación si no es por el gran incremento del paro”. Lo malo es que esta tendencia a la baja apenas cambia. El año pasado hubo 165.578 matrimonios, la cifra más baja desde 2014. Y este año, la pandemia ha anulado y retrasado muchos enlaces.
Mejor con anillo
Juan Ignacio Martínez Pastor, profesor titular de sociología en la UNED, ha comentado en la Revista Española de Investigaciones Sociológicas que “los trabajadores temporales y los parados tienen una probabilidad significativamente menor de haberse casado que los indefinidos, sobre todo entre los más jóvenes, aunque también entre los que se encuentran en la treintena y cuarentena”.
Así, pues, los argumentos sociológicos y los datos estadísticos van por el mismo camino: las personas que contraen matrimonio tienen menores tasas de paro. Preparen los anillos. Y, si ya los tienen, no se los quiten. Vienen tiempos duros.