Es uno de los barrios históricos de Madrid, hoy muy de moda entre los turistas. Tanto que los extranjeros han cambiado el mercado inmobiliario. El 90% de quienes compran son inversores que luego alquilan esa vivienda a turistas. Los precios, por las nubes. Los inquilinos de toda la vida se están marchando. El año pasado la vivienda en el centro de Madrid subió un 17%. En Malasaña las casas apenas duran 2 meses.