Limitar el precio del alquiler no es la solución porque reducirá la oferta de viviendas, según Fedea
Incentivar la inversión de vivienda sería la política pública más efectiva para abaratar el alquiler
Fedea propone reducir los impuestos sobre vivienda o retomar las desgravaciones fiscales
Nervios en el sector inmobiliario a la espera de saber qué hará el futuro Gobierno para mejorar el acceso a la vivienda. Tras el acuerdo de coalición de Gobierno alcanzado entre el Partido Socialista y Unidas Podemos, temen que se rescate la idea de limitar el precio del alquiler. Aunque finalmente no salieron adelante, en los Presupuestos de 2019 se contemplaba poner un tope a los precios en los barrios "especialmente tensionados".
La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) desaconseja limitar el precio del alquiler. Para Fedea, a la larga, desincentivaría el mercado y complicaría aún más las cosas a los inquilinos.
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Efectos negativos
"Resulta difícil idear una política más eficaz para reducir, e incluso eliminar, la cantidad de vivienda privada de alquiler que el control de alquileres", asegura tajante el profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona Miguel Ángel López, autor del estudio "Diseñando la(s) política(s) de vivienda" de Fedea. También alerta de las posibles consecuencias de limitar el precio del alquiler, porque sería menos atractivo para los propietarios:
- Desincentivaría la inversión en nuevas viviendas para el arrendamiento porque sería menos rentable.
- Aumentaría el mercado de vivienda en propiedad (si no es rentable alquilar se ponen a la venta los inmuebles).
- No contribuiría a la movilidad laboral porque reduciría las posibilidades de encontrar casa.
- Los inquilinos correrían más riesgo de discriminación, porque habría más demanda.
- Se alentarían los "pagos laterales": dicho más claro, el dinero negro como el antiguo concepto de "pagar por la llave".
- Deterioro de los inmuebles porque no compensa invertir en su adecuación y tendría un posible "coste social de barrios degradados".
Tampoco tendría un efecto positivo en la equidad de acceso a la vivienda según el profesor López, que califica el control como un "procedimiento tosco" porque ahorrarían en el pago del alquiler de manera aleatoria a "personas pertenecientes a diferentes grupos de renta". Es decir, que las rebajas en el precio podrían beneficiar también casos con una economía saneada. Y una última consecuencia: los jóvenes serían los más perjudicados porque son los que, en general, lo tienen más complicado para acceder a la propiedad.
El fracaso de la VPO
El modelo de Vivienda de Protección Oficial está "muy bien intencionado pero pésimamente ejecutado" en opinión de este experto porque pueden tener costes superiores a las de promoción privada y resultan "caras o inaccesibles" para las rentas más bajas. Además, no hay controles de precios una vez termina el plazo de protección.
La opción que aplauden desde Fedea para mejorar el acceso a la vivienda es incentivar la inversión, porque es una de las "pocas maneras" para beneficiar a los sectores de menor edad y contrarrestar los efectos de las burbujas, que permiten el acceso a la vivienda de las personas de mayor edad.
Así que la vuelta a las desgravaciones fiscales por alquiler, reducir los impuestos sobre la vivienda o incentivar el ahorro son las soluciones que propone Fedea.