La Palma se postula como nuevo destino para los amantes de los volcanes

  • El turismo de volcanes salta a la palestra tras las declaraciones de la ministra Reyes Maroto sobre el potencial turístico que supone la erupción en La Palma

  • A los contingentes de agentes de emergencia y científicos que monitorizan la explosión de Cumbre Vieja se suman turistas que muestran interés por observar el raro fenómeno de un volcán activo, ya que solo está restringida al área cercana al cráter y no a la isla

  • Regiones como Sicilia, Hawái o Islandia son destinos cuyos volcanes atraen cada año a millones de turistas

La leyenda cuenta que el filósofo griego Empédocles murió al lanzarse (o caerse) al cráter del Monte Etna en Sicilia, tratando de ser considerado como un dios. Aunque los historiadores modernos consideran que se trata de un mito creado por sus detractores, el suceso refleja la fascinación del ser humano por los fenómenos violentos de la naturaleza, como los volcanes en erupción.

El 'volcano hunting' o 'caza de volcanes', un término acuñado para referirse al turismo que busca acercarse a estos puntos calientes del planeta, ha vuelto al punto de mira tras las declaraciones este lunes de la ministra de Industria y Turismo, Reyes Maroto, sobre la erupción del volcán de Cumbre Vieja en La Palma.

La representante del Gobierno ha calificado el suceso como un "espectáculo maravilloso" y "reclamo" turístico, pese a la situación de emergencia para muchos palmeros. Desde la oposición han cargado contra las palabras de Maroto, que no tardado en matizar que "hoy estamos con los afectados y las víctimas y pensando en cómo recuperar esa normalidad que la naturaleza ha cambiado”.

Los turistas ya viajan hacia La Palma

Aunque parece que la ministra no andaba tan desencaminada, ya que desde diferentes operadores han reportado un aumento del interés por acudir a La Palma. Algunos incluso están ampliando sus plazas turísticas. Las compañías de ferris Fred Olsen y Naviera Armas, que tienen rutas hacia la isla han anunciado en redes que fletarán barcos adicionales para aquellos que quieran visitar la erupción de Cumbre Vieja.

De hecho, Ignacio Liaño, director de flota de Fred Olsen, ha señalado en 20Minutos que "hay muchos usuarios que están llamando para saber si se puede viajar hasta allí o ir un fin de semana y para ver el volcán lo más cerca posible".

A los curiosos también se suman las decenas de expertos que viajarán para estudiar y monitorizar la actividad volcánica en las próximas semanas, además de los efectivos necesarios para hacer frente al avance de la lava y evacuar a los vecinos. Muchos ya han llegado a la isla como parte de contingentes de emergencia.

El consejero de Turismo del Cabildo, Raúl Camacho, ha señalado que, aunque se ha trasladado a un total de 354 turistas a Tenerife, vía marítima a través del grupo Fred Olsen, muchos han optado por quedarse en la isla para vivir "la experiencia" de una erupción volcánica en directo, que "es muy difícil de conseguir".

Es el caso de Paloma, a la que la erupción le ha pillado de vacaciones en la isla, alojada en El Paso, a unos 15 kilómetros de Cumbre Vieja. "Con el primer temblor me asusté un poco, la verdad", relata a NIUS. Aunque la primera vista que tuvieron de la erupción fue en los alrededores del Roque de los Muchachos, el punto más alto de la isla.

"Es impresionante, pero piensas en los vecinos"

Precisamente, a diferencia de en otros volcanes activos, donde se ha permitido el acceso a apenas unos metros de las coladas de lava, en La Palma se ha establecido un perímetro de seguridad, con diversas carreteras cortadas. Pero eso no ha impedido presenciar la voracidad de la lava, aunque sea en la distancia. "Vimos como se comía una casa", detalla Paloma.

De hecho, las redes no han tardado en llenarse de imágenes y vídeos del descenso de las coladas. Unas de las más impresionantes son las instantáneas del laureado fotógrafo Saúl Santos -nacido en la misma isla-.

En contraste, tampoco han tardado en aparecer mensajes procedentes de los habitantes de La Palma, señalando que no están "contentos" o "emocionados", sino "pasando miedo". Paloma también habla de sensaciones encontradas: lo impresionante ver la erupción, sobre todo de noche, -"el ruido es como el de un avión supersónico" añade-, contrasta con los relatos de los vecinos, que lo han perdido todo. "Se te cae el mundo a los pies; además de las casas muchos han perdido las plataneras que son su sustento", explica.

Se puede acceder a la isla

A pesar del avance de la lava, salvo el sur y oeste de la isla, el resto del territorio no tiene restricciones de movilidad. El tráfico aéreo en Canarias opera con normalidad según ha asegurado Aena: solo ha habido algún retraso a primera hora de la mañana en las conexiones interinsulares con La Gomera, con cuatro vuelos afectados.

En cambio, la Capitanía Marítima de Santa Cruz de Tenerife ha prohibido navegar entre la Punta del Pozo (Puerto Naos, Los Llanos de Aridane) y la playa de las Viñas (Tazacorte), por el riesgo inherente ante la posible llegada de las coladas volcánicas al mar. Sin embargo, las embarcaciones pueden acercarse al resto del litoral palmero.

Lo que no se puede es aproximarse al volcán, por el riesgo de impacto de piroclastos, exposición de gases y caída de ceniza. El 112 Canarias y el Gobierno de las islas recomiendan evitar salir de casa y, en caso de hacerlo, llevar una mascarilla o un paño mojado sobre nariz y boca. Tampoco es aconsejable conducir o hacer deporte al aire libre.

Algunas de ellas son no acercarse al volcán ni a los flujos de lava, evitar salir de casa en las zonas en las que hay ceniza en suspensión y cerrar puertas y ventana y, en caso de salir, hacerlo con mascarilla para polvo o con un paño mojado en la nariz y la boca. Además no se recomienda conducir o hacer deporte al aire libre.

Destinos para amantes de los volcanes

Si La Palma reafirma su estatus como destino volcánico -como los parques del Timanfaya en Lanzarote o el Teide en Tenerife- seguirá la estela de otros lugares que atraen a los fanáticos de los volcanes. Éstos son los denominados 'volcano hunters' o 'cazadores de volcanes', un término derivado de otros seguidores de fenómenos naturales, como los cazatormentas retratados en películas como 'Twister' o la serie 'Tornado Hunters'. Numerosos estudios demuestran que la dopamina, la llamada 'hormona de la felicidad', se dispara en el cerebro cuando evitamos situaciones peligrosas.

De hecho, hay regiones en las que gran parte del turismo se focaliza en la relativa frecuencia con la que un volcán expulsa lava o tiene pequeñas explosiones. Puede que el caso más paradigmático sea el de las islas Eolias o el archipiélago hawaiano. Las primeras, al norte de Sicilia, acogen el volcán Stromboli. Las explosiones de fuego y lava se repiten rítmicamente cada 20 minutos. Lo más habitual es observar la Sciara del Fuoco ("Carretera de fuego"), desde el mar, con decenas de tours marítimos cada día.

El Kilauea, el más reciente y activo de los cinco que conforman la isla de Hawái, recibe 2,6 millones de visitantes al año. La península rusa de Kamchatka, la isla indonesia de Java o o el Pitón de la Fourniase en la isla de Reunión son otras de las regiones que acumulan algunos de los mas de 1.500 volcanes que hay en el mundo.

Pero, si hay una región que se ha beneficiado enormemente del turismo volcánico este año es Islandia. Con la pandemia, los dos millones de visitantes de 2019 cayeron por debajo del medio millón en 2020. Pero, en marzo de este año, el Fagradalsfjall, a unos 30 kilómetros de Reikiavik entró en erupción, atrayendo a nuevos turistas. De hecho, el volcán ha estado activo de forma intermitente hasta hace apenas una semana.

Así, miles de personas, locales y extranjeros, se han acercado estos meses a ver el espectáculo -sobre todo, al rebajarse las restricciones de entrada por covid al país a partir de mayo-. En este caso, los visitantes han podido tomar imágenes a apenas metros de las coladas de lava, como se puede ver en esta tomas de la influencer australiana Sorelle Amore.

Aunque acercarse a un volcán en erupción conlleva sus riesgos. En la erupción del Teneguía, en la propia isla de La Palma en 1971, Heriberto Hernández, empleado del Banco Hispano Americano y un apasionado de la fotografía, murió con 43 años por envenenamiento de gases y azufre después de haber acudido en sucesivas jornadas a retratar el fenómeno.

Un evento similar sucedió en diciembre de 2019, en la erupción en la isla Whakaari, Nueva Zelanda, que causó la muerte de 22 personas. Dos semanas antes del evento, los expertos habían advertido del aumento de actividad sísmica, pero las autoridades y operadores turísticos continuaron permitiendo el acceso. En el año anterior cerca de 17.500 personas habían visitado el lugar y 47 se encontraban en la isla en el momento de la explosión.

Aunque el turismo de volcanes también tiene facetas más "amables". Desde las playas negras de Canarias hasta las aguas termales creadas por la actividad volcánica en Islandia, hay actividades para todos los públicos. Solo el tiempo dirá si La Palma experimenta un auge del turismo volcánico en los próximos meses.