La Palma es mucho más que el volcán: el 92% de la isla bonita es segura y quiere turistas
La Palma es un lugar seguro y se puede visitar: los palmeros recuerdan los encantos de la zona norte
El foco en el volcán de La Palma ha provocado una caída del 70 por ciento en las reservas
"No será el volcán sino la crisis, la que se nos puede llevar por delante"
La Palma es una isla desde la que se puede sentir que se roza el cielo o un lugar en el que sumergirse. Una isla en la que solo el 8% sufre los efectos del volcán, pero en la que hay mucho más que ver. Pero el hecho de que el foco de todos los medios estén en el volcán y en su día a día ha provocado que la ocupación solo sea en estas fechas del quince por ciento. Todo ha mermado desde el volcán.
El turismo y la isla necesita recuperar la cascada de turistas. "Que se animen, que no tengan miedo. Esta zona es preciosa, tranquila, es la zona norte, que también es muy bonita. Tiene encantos ocultos entre las rocas y sus playas de arena negra", comentan los palmeros, que no dan crédito ante el temor generalizado.
MÁS
Caída del 70% en las reservas
La erupción volcánica originada el pasado 19 de septiembre en Cumbre Vieja, y que generó prácticamente un lleno turístico en la isla durante la primera semana, ha dado paso a una situación "muy delicada", con una caída de reservas "terrible" por encima del 70% para los meses de octubre y noviembre. Así lo avanza el gerente de Ashotel (Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y El
Hierro), Juan Pablo González, quien precisa que aunque la situación de emergencia prosigue en la isla hay una "cierta normalización" fuera de la zona de exclusión que permite "hacer turismo con seguridad".
La erupción afecta a la zona oeste de la isla
González señala que la erupción afecta especialmente a la zona oeste de la isla, especialmente en los municipios de El Paso, Los Llanos de Aridane, pero en la otra gran zona turística de la isla, en Los Cancajos --al este y cerca del aeropuerto--, "la situación es tranquila y es una zona segura". El propio subsector turístico fue consciente al comienzo de la emergencia de que "no tocaba el turismo" en los primeros días y "no podía ser" que hubiera 'selfies' mientras la gente era evacuada de sus casas pero entiende que ahora "el riesgo se está atenuando".
En esa línea, ha indicado que "hay que ir recuperando la actividad poco a poco" y por ello se trabaja, junto a las instituciones, en realizar una acción dirigida a los mercados emisores, especialmente el alemán, para transmitir cierta "tranquilidad relativa" y que la isla "merece ser visitada". Así, ha remarcado que la Palma tiene que tener temporada de invierno porque quedó muy afectada tras una pandemia de año y medio. "No queremos volver al 14 de marzo, no puede ser, sería una travesía del desierto demasiado larga para la cual a lo mejor no tenemos agua", señala rememorando gráficamente la posición del delegado de la patronal en la isla, Carlos González, propietario de un hotel en Los Cancajos.
"No será el volcán sino la crisis, la que se nos puede llevar por delante"
González ha comentado que la gente "necesita ayuda ya" porque se vive una emergencia para los que han perdido sus casas y terrenos pero "también se necesita que los negocios no cierren" y si los palmeros no tienen temporada de invierno, "no será el volcán sino la crisis, la que se los lleve por delante". "Tenemos que salir todos agarrados a ese barco que es la temporada de invierno", ha agregado.
La situación sí es especialmente grave en la parte oeste de la isla donde se sitúa uno de los núcleos turísticos más importantes, Puerto Naos, en la costa de Los Llanos de Aridane, evacuado y sin posibilidad de acceso porque la carretera ha sido cortada por el paso de la lava.
Con un hotel de la cadena Meliá y muchos alojamientos turísticos más pequeños y bloques de apartamentos, necesitará de una obra para habilitar el acceso cuando pase la erupción y "mientras no se haga vía de acceso no estará operativo, espero que sea semanas, si no meses", detalla. Los asociados en esa zona de la isla les transmiten "preocupación e incertidumbre" si bien valora que las instituciones públicas "se han volcado" y anuncian diversos paquetes de ayudas para iniciar la reconstrucción. "Las medidas deben servir para restaurar, es el momento de hechos, no palabras", indica.
De esta forma, y pese a que la isla dispone ahora de un solo motor turístico --Los Cancajos--, ha apuntado que como los aviones, se puede operar, y ahí hay una "parte importante" de camas de la isla con disponibilidad para el invierno. "Es bueno que haya turismo porque trae dinero para la isla en gasto en destino, alojamientos, comercios y restaurantes. Los propietarios tienen que tirar para adelante todos los días así que turismo con seguridad, pero turismo sí", subraya.