IVA, impuestos especiales y sociedades: los tres ‘agujeros’ que explican la menor recaudación de España respecto a Europa
La recaudación por impuestos en España supone el 35% del PIB. La media de la zona euro es del 42%
La diferencia de recaudación de impuestos con Europa supone 84.000 millones de euros al año
El Gobierno admite que será “inevitable hacer una reforma con justicia fiscal”
Subir impuestos, ¿sí o no? El debate vuelve a plantearse incluso antes de cantar victoria frente a la pandemia. El incremento llegará, pero no este año. “Es inevitable hacer una reforma fiscal”, admitía el presidente del Gobierno en su primera entrevista en televisión tras el decreto de alarma de marzo. “Y hay que hacerlo con justicia fiscal”, añadía Pedro Sánchez.
El 80% de los españoles cree que el sistema fiscal no es justo porque no paga quien más tiene. El 90% cree que el fraude es un problema. Los datos son de la última vez que el CIS preguntó sobre este tema, a finales de 2019.
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¿Por qué es inevitable subir los impuestos, según el Gobierno? Habría, en resumen, dos motivos:
- El temporal. La enorme deuda y déficit que va a generar la crisis del COVID-19 exigirá una senda de corrección en algún momento. Más allá del cierre exacto, está claro que los números rojos serán importantes en nuestro país. En Europa las reglas del llamado ‘Pacto de Estabilidad’ están suspendidas para que ahora mismo se pueda gastar lo que haga falta. Hasta inicios de 2021 no se plantea revisar esta situación. El debate llegará, pero dentro de unos cuantos meses.
Hay dos caminos (no excluyentes) para reconducir las finanzas públicas: impuestos y/o gasto público. Sánchez, de momento, solo se ha pronunciado más claramente sobre el primero. “Tendremos que aumentar la capacidad de ingresos públicos del Estado”.
- El estructural. Nuestro país recauda sistemáticamente menos que nuestros socios europeos. ¿Cómo se sabe? Una forma de medirlo es sumar todo lo que ingresa el Estado en impuestos y compararlo con el tamaño de nuestra economía. España recaudó en 2018: 425.000 millones. La cifra equivale al 35,4% del PIB. ¿Es mucho o poco? La media de la Unión Europea está en el 40,3% y en la zona euro, casi en el 42%. “Estamos siete puntos por debajo”, recordada el presidente en su entrevista. “No podemos aspirar a tener un estado de bienestar como el que aspiramos con una financiación comparable a la de países que tienen privatizada la sanidad”.
Si España aplicara la misma presión fiscal que sus socios del euro, dispondría de 84.000 millones más de ingresos al año. Con ese dinero se pagan ocho meses de pensiones, por ejemplo.
Nuestro país ha estado sistemáticamente por debajo de la media europea respecto a ingresos fiscales. Lo más cerca que estuvo fue justo antes de pinchar la burbuja inmobiliaria (37% de recaudación respecto al PIB). Luego los ingresos se hundieron en 73.000 millones en dos años. La media sale a una caída de 100 millones durante 730 días. El boom del ladrillo también pinchó el boom de los ingresos ligados a esta actividad.
¿En qué recaudamos menos?
Sánchez habló este jueves de subir el impuesto a las “grandes corporaciones” pero no a las pequeñas y medias empresas (la gran mayoría). También se mostró partidario de “acelerar la imposición ecológica”. Pero el elefante en la habitación se llama IVA. Sobre esta cuestión el presidente insistió en la idea de “justicia fiscal”. Nada más.
El Banco de España, en su reciente informe anual, señala a estos tres impuestos como los culpables de las diferencias con Europa. Si se repartieran las ‘culpas’:
- 40% es del IVA. Son numerosos los economistas que llevan años pidiendo hacer cambios. En España hay muchos productos de consumo a los que se les aplica un tipo reducido (4%) o súper reducido (10%). Solo el 42% de los productos están gravado con el tipo máximo del 21% de IVA. Al turismo, bares y restaurantes se les aplica un 10%, por ejemplo.
- 30% del Impuesto de Sociedades. El sistema tiene muchas deducciones fiscales y beneficios que terminan reduciendo mucho la recaudación. Algunos lo llaman “efecto queso gruyere”. No es que los tipos sean bajos (todo lo contrario), es que luego, a la hora de la verdad, se quedan muy reducidos. La autoridad fiscal independiente (la AIREF) está haciendo un informe sobre la dimensión y el impacto de estos agujeros. “Las grandes empresas pagan un tipo efectivo por debajo del 10%”, ha justificado el presidente. “Las pymes y los autónomos pagan mucho más”.
- 30% de los especiales. España aplica menores tipos a gasolinas, tabaco y alcohol y todavía le queda mucho recorrido en impuestos ligados al cambio climático.
Nuestro país recauda sistemáticamente menos en todos los principales impuestos, con una sola excepción importante: las cotizaciones sociales. El porcentaje que pagan las empresas españolas por los trabajadores es superior al de sus homólogas europeas.
Si uno divide la tarta de impuestos en España, el mayor importe de ingresos viene de estas cotizaciones que pagan los empresarios, seguidas del IRPF y el IVA. Nuestro país depende más que la media europea de esas cotizaciones sociales. En otros países hay más equilibrio entre los principales tributos.
Algunas subidas que ya se están estudiando
El Gobierno ya ha anunciado que quiere subir los impuestos a los tramos más altos del IRPF, los que declaran ingresos del trabajo superiores a los 130.000 euros al año. Son unos 121.000 contribuyentes.
También está en marcha la llamada Tasa Google y Tobin con la que se podría recaudar 1.800 millones de euros entre los dos al año.
El resto de decisiones está en el aire. Las empresas reiteraron en su cumbre organizada por la CEOE que no era el momento de subir los impuestos. “La subida se hará acompañando al crecimiento económico”, ha defendido Sánchez.
Desde la derecha se ha venido argumentando tradicionalmente que para conseguir crecimiento hay que bajar los impuestos. El sistema, sostienen, funciona justamente al revés. Se trata de una cuestión con una enorme carga política que hará muy difícil un acuerdo entres los dos grandes principales partidos, PSOE y PP.