El banco no me da nada por mi dinero: ¿qué hago?
Si los intereses son bajos, se abren las puertas de la bolsa
Para invertir bien hay que estudiar opciones y pensar a largo plazo
Fondos de inversión o renta fija son buenas opciones para quienes no les gusta el riesgo
Mirar el extracto bancario y decir: "no me dan nada por mi dinero". Es la letanía de momentos de bajos tipos de interés como el actual. Un terreno abonado para que el dinero huya de la cuenta corriente hacia otras posibilidades de inversión. Todas deben administrarse como un medicamento: hay que tener cuidado con el momento y con la dosis que tomamos. Así que vamos a leer con cuidado el prospecto.
Bolsa, sí pero con las luces largas
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Los tipos de interés bajos generan un efecto llamada a la bolsa, lo que se conoce como "desplazamiento forzoso de capital". La bolsa puede dar más rentabilidad pero tiene un riesgo. Si acudimos al parqué conviene:
- No pensar a corto plazo. Los mercados, a veces, sobreactúan (para lo bueno y para lo malo).
- El dividendo es importante...Es la parte de los beneficios que las empresas deciden compartir con los accionistas. Un ingreso directo al bolsillo (previo paso por Hacienda).
- ... Pero hay que fijarse en el endeudamiento de la empresa: si tienen mucha pueden darnos un disgusto cuando los intereses suban.
- Las crisis económicas son cíclicas, aunque para Felipe López-Gálvez, analista de Self Bank "la mayor solvencia de los bancos, la situación macroeconómica (razonablemente positiva) y, sobre todo, la ausencia de signos claros de burbuja nos hacen ser moderadamente optimistas". Una recesión ahora no produciría los mismos efectos que en los mercados que en 2008.
- Conviene escoger bien porque "ante un eventual deterioro de la economía, descenderá la demanda pero se seguirán consumiendo bienes básicos como alimentación, medicamentos y electricidad. Las eléctricas o las farmacéuticas, que además suelen ser generosas en el reparto de dividendo, aguantarían mejor el chaparrón".
- Moderar las expectativas. "Las bolsas europeas están incluso baratas. Los precios son 13 o 14 veces los beneficios anuales, incluso por debajo de su media histórica" apunta López-Galvez. Pero José Luis Mateu, profesor de finanzas del CEU acota: "los índices de Alemania y Estados Unidos llevan 9 años subiendo así que las expectativas han de ser prudentes".
Fondos de inversión, estudiar antes de usar
Es una forma de meter el dinero con más gente en el mismo sitio. Su nombre oficial es: instrumento de inversión colectiva. La gestión se delega en un banco o una institución financiera y es una opción "muy recomendable para particulares que no tienen gran conocimiento de los mercados", señala Mateu.
- La clave es la confianza en el gestor: debe ofrecer rentabilidad, bajo riesgo y pocas comisiones.
- No dormirse en los laureles. Para invertir "hay que trabajar y leer. No sirve eso de "me ha dicho un amigo..."", recalca el profesor José Luis Mateu.
- Internet es tu amigo. Hay publicaciones que catalogan los rendimientos de los fondos en los que podemos invertir de manera más sencilla.
- Diversificar para ganar. En un fondo caben muchas apuestas... más posibilidades de acertar.
La renta soberana, negativa pero interesante
Si los intereses son bajos o negativos, ¿por qué invertir en deuda pública?
- La seguridad tiene un precio. En determinadas cantidades, sobre todo si son especialmente abultadas, puede convenir pagar por esa seguridad.
- Esperar no es una obligación, es una opción: las letras o los bonos del tesoro pueden venderse antes de que termine su vida. En el mercado secundario pueden surgir buenas oportunidades para ganar algo más que seguridad.
- Y si los tipos de interés siguen bajando... el precio de los bonos que ya hemos comprado subirá. Una paradoja que nos aportará beneficios económicos.