La vuelta a la nueva normalidad, tras el final del estado de alarma y la bajada en el número de contagios y hospitalizaciones por covid gracias a la vacunación, está haciendo que muchas empresas comiencen a llamar a sus empleados de vuelta a sus oficinas, tras más de un año acostumbrados a realizar su trabajo desde casa. ¿Se acabó el teletrabajo o hay alternativas mixtas que pueden implantarse en las empresas?, ¿el teletrabajo llegó para quedarse
Está claro que en nuestro país el teletrabajo estaba muy poco implantado antes de la pandemia, pero tras hacer de la necesidad virtud, muchas compañías han conseguido seguir adelante a lo largo de este último año y medio haciendo que sus trabajadores realizasen sus tareas desde sus casas. Por supuesto, hay sectores y empresas que lo tienen mas difícil, pero la gran mayoría de las empresas digitales, dedicadas a internet, han podido adaptarse al 100% sin problemas. Ahora, cuando se puede volver a las oficinas, muchas de ellas no están tan seguras de mantener el modelo anterior a esta crisis mundial.
El término Hot Desking se acuñó en los años 80 y habla de aquellas oficinas o espacios de trabajo en los cuales no hay sitios concretos para cada persona sino que todos los puestos de trabajo se comparten. Aunque al principio llegó a tener una connotación negativa, ya que este término (también denominado 'sillas calientes' en nuestro país) aludía a las empresas que acumulaban turnos distintos para realizar el mismo trabajo. Por ejemplo, fue muy común en las empresas de telemárketing. Cada empleado cumplía sus 8 horas en su puesto de trabajo y era sustituido, en el mismo, puesto por otro trabajador para cubrir el puesto. de8 horas siguiente.
Pero ahora el término se usa para hablar de otro fenómeno que nada tiene que ver. Muchas oficinas están transformando sus espacios para ayudar a que sus empleados organicen su trabajo de maneras muy distintas, que pueden combinar en la modalidad de teletrabajo con momentos de presencia en la oficina. Así, muchas empresas, sobre todo tecnológicas o que realizan su actividad en Internet (como Google, Microsoft o Facebook) diseñan sus oficinas para favorecer este 'Hot Desking': hay muchos puestos de trabajo pero no tienen nombre, sino que cualquier empleado, en cualquier momento y normalmente con sus equipos portátiles, pueden utilizarlos para tareas concretas.
Así, los trabajadores pueden seguir trabajando en casa cuando lo necesiten y acudir a la oficina solo para mantener reuniones o trabajos que requieran estar junto a un equipo. Además, pueden realizar trabajo en solitario en cualquiera de estos puestos de trabajo 'calientes'.
Además de los beneficios que puede obtener el trabajador con este tipo de organización de la oficina (organizando sus momentos de teletrabajo para, por ejemplo, conciliar su vida familiar o atender a asuntos privados) la empresa también obtiene muchos beneficios. Entre ellos el ahorro de espacio y, por tanto, de dinero. Pero esta organización de las oficinas también incrementa la creatividad y la productividad: consigue que los empleados interactúen con otros compañeros de distintos departamentos y surjan ideas nuevas y se facilite el co-working.