La guerra de Libia ha provocado a Repsol YPF una merma de 250 millones de euros en términos brutos o de 110 millones netos sobre su beneficio del primer semestre, anunció el director financiero de la compañía, Miguel Martínez, durante una conferencia con analistas.
Martínez explicó que las instalaciones libias, evacuadas en febrero, habían producido el año pasado unos 45.000 barriles de crudo al día. "Con los datos de los que disponemos hoy, no hay ninguna intención de reiniciar las operaciones", aseguró.
El directivo aseguró además que la petrolera tiene "a todo el equipo preparado para regresar cuando el conflicto concluya", pero insistió en que por el momento "el escenario sigue siendo incierto". Repsol ha anunciado este jueves un beneficio neto de 1.344 millones de euros en el primer semestre.
Otro de los factores que, junto a Libia, ha contraído hasta el 0,4% el aumento del beneficio de la petrolera fueron las huelgas en Argentina. En términos operativos, la filial dejó de ganar 210 millones por este motivo, afirmó Martínez, antes de pronosticar que "ya se ha pasado la peor parte del año" y que "no se espera más conflicto social" en los próximos meses.
Sobre el negocio en Argentina, desveló que el Grupo Petersen recurrió a su opción adicional de compra sobre el 10% de YPF gracias a un préstamo de Repsol que el socio argentino empezará a pagar en cinco años a un tipo de interés del 7,5%.
Además, anunció que Repsol no reducirá del 55% su participación en YPF. Una vez rematadas las pequeñas ventas entre inversoles locales y el derecho de compra sobre un 1,6% del que dispone un fondo de inversión, Repsol pasará de controlar un 57,4% de YPF a un 55%, y se mantendrá en este porcentaje.
Martínez también anunció que en el segundo semestre del año Repsol prevé perforar trece pozos, entre ellos el primero en Cuba en noviembre, así como otros situados en países como Perú o Noruega.
INVERSIONES EN REFINERÍAS.
Dentro del área de refino y marketing ('downstream'), explicó que, tras 3.200 millones de inversión, la ampliación de la refinería de Cartagena entrará en funcionamiento en agosto o septiembre, mientras que la de Bilbao lo hará en octubre. Las mejoras en las dos instalaciones elevarán los márgenes de la compañía sobre la actividad de refino.
Tras el esfuerzo inversor en Cartagena, Repsol pasará a dedicar al 'downstream' una partida anual de unos 600 millones, frente a los 1.700 millones anteriores, lo que supone un importe parecido al que se dedica cada año a la exploración y producción ('upstream').
"El año 2011 será de transición antes del inicio de la próxima etapa del grupo, basada en el crecimiento mediante proyectos a largo plazo", aseguró el director financiero de la petrolera.