La intención del Ejecutivo que preside el nacionalista Paulino Rivero sería conseguir que las dos cajas rurales de Canarias se unan para tener una entidad "totalmente vinculada al territorio", agregaron las mismas fuentes.
Esta aspiración, siempre según fuentes financieras, ha intensificado los contactos entre los implicados después de que las dos cajas de ahorros de las islas estén, por separado, plenamente integradas en grupos liderados por entidades de fuera de la región.
La Caja de Canarias, junto con Caja Madrid, Bancaja y otras cuatro entidades forma parte de Bankia, el primer banco de España por volumen de negocio doméstico.
Mientras que CajaCanarias forma parte del grupo Banca Cívica, junto con Caja Navarra, Cajasol y Caja Burgos.
Fuentes conocedoras de las negociaciones entre el Gobierno de Canarias y las dos entidades rurales aseguraron que Cajasiete, con sede en Santa Cruz de Tenerife, sería "más partidaria" de llevar a cabo la fusión, mientras que las reticencias vendrían por parte de la Caja Rural de Canarias, con sede en Las Palmas de Gran Canaria.
Esta última entidad estaría considerando la posibilidad de continuar en solitario o incluso de unirse al grupo Cajamar, que en los últimos años ha ido creciendo a través de acuerdos con distintas rurales.
El presidente del Gobierno canario, Paulino Rivero, se reunió hoy con el presidente, Lucas de Saá, y los principales directivos de Caja Rural de Canarias.
Un portavoz de esta caja rural señaló que esta cooperativa de crédito "no ha dado ningún paso hacia la fusión con ninguna otra" entidad y actualmente evalúan varias posibilidades sin que se haya decantado por ninguna de las opciones, por lo que se encuentran en "una fase interna de análisis".