La gestora experta en fiscal y laboral, Mercedes Ruiz, ha ofrecido al Gobierno el apoyo de su sector y pide que sean escuchados en estos momentos en los que las ayudas a Pymes y autonomos, la avalancha de ERTE, lis tiene "desbordados".
Ruiz, vicesecretaria del Colegio de Gestores Administrativos de Cantabria, ha ofrecido al Ejecutivo su apoyo para contribuir al pacto de reconstrucción económico que, a su juicio, será indispensable por la grave crisis que se avecina.
ella y sus colegas están "desbordados", con jornadas "maratonianas", en su caso de diez horas diarias con portátil a cuestas, para dar salida a la avalancha de trabajo que se les ha venido encima en los dos últimos meses.
Al plus que asumen al cierre de cada trimestre estos profesionales, por los pagos de impuestos, se unen ahora los más de 400.000 expedientes de regulación temporal de empleo que se tramita en toda España por la crisis derivada del coronavirus y, para remate, el inicio de la campaña de la renta, que en circunstancias normales es uno de sus picos de trabajo.
Para complicar ese aluvión, la Administración está sacando multitud de decretos que afectan a los principales clientes de los gestores, pymes, empresas y autónomos, que a veces "hasta se modifican entre sí", lo que genera "inseguridad jurídica".
"Es una locura. Te encuentras que primero dicen una cosa y después otra, y con decretos que salen publicados en el Boletín Oficial los domingos a altas horas de la noche, que tienes que estudiarte e interpretar, porque a veces no son claros", lamenta Mercedes Ruiz.
Otro de los 'caballos de batalla' son "unos plazos diabólicos", advierte esta gestora, que considera que el sistema español tiene "un problema" de excesiva burocracia y "de encorsetamiento".
"Debería adaptarse al siglo XXI. Ahora todo son plazos, plazos y plazos y hay que hacer malabarismos", lamenta; en su caso, esos 'juegos malabares' se han traducido en muchas horas al teléfono y ante la pantalla del ordenador y en haber tenido que trabajar hasta los festivos de Semana Santa.
Lo que también pide es que los responsables políticos y los altos funcionarios escuchen a los profesionales del sector, que ofrecen su experiencia en gestión de pymes y autónomos "para contribuir al pacto de reconstrucción económico" que habrá que articular ante una crisis distinta a la de 2008 "y mucho peor".
Mercedes Ruiz subraya además que en esta situación por el coronavirus a las gestorías se las ha "obligado" en realidad a hacer el trabajo del SEPES (Servicio de Empleo Público Estatal), ya que están tramitando las prestaciones de los empleados de sus clientes que están en ERTE. "Y encima con prisas, que nos dieron solo cinco días", se queja.
El agobio aumenta con el inicio de la campaña de la renta, porque además mucha gente está llamando a sus gestores "animados por la publicidad institucional que indica que se va a devolver con rapidez".
Aunque hay clientes a los que se les ha pedido un poco de paciencia para sacar adelante antes lo urgente, que ahora son los ERTE, esta gestora trata de sacar al menos un par de horas al día para avanzar en declaraciones de la renta para que luego "no se amontone todo".
Mercedes Ruiz aclara también algunas cuestiones relacionadas con los ERTE y la situación de los afectados y señala que la inmensa mayoría de los trabajadores no cobrará hasta mayo la prestación correspondiente a los dos meses anteriores porque "eso es lo que se tarda en la tramitación".
"Una cosa es lo que se dicen en eslogan y en ruedas de prensa y otra lo que recogen en la norma y en el BOE", destaca, antes de volver a pedir a la Administración que acepte el asesoramiento de los gestores, que son "el eslabón entre la pyme y el autónomo y Hacienda y la Seguridad Social".
También cree que, una vez que pase la crisis sanitaria, muchos establecimientos no volverán a abrir y gran número de autónomos no volverán a subir la persiana.
Y habrá ERTE de los que se han planteado por causa mayor que derivarán en ERE y en despidos improcedentes. La situación de muchos pequeños empresarios, según indica, es "agónica" y las ayudas tardan en llegar o implican unas condiciones "extremas" para percibirlas. "Es la burocracia", critica