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Lo mismo que un café con leche. Es lo que costó el megavatio hora de luz el 31 de enero del año pasado. En concreto, 1,42 euros. Este lunes, 365 días después, el precio de la electricidad ha sido de 221,82 euros/MWh: 156 veces más caro. La taza de latte se ha transformado en un menú de restaurante de estrella Michelín.
Aunque la diferencia de esta jornada es especialmente llamativa, es un reflejo de lo mucho que ha cambiado el mercado energético en doce meses. En enero del pasado año, el precio medio de la electricidad en el mercado mayorista fue de 60,17 euros el MWh. Este enero ha superado los 201 euros de media. Más del triple. Se convierte así en el segundo mes más caro de la historia por detrás de diciembre, con una media de 239 euros el MWh.
Y eso que justo hace un año vivimos un fenómeno como 'Filomena'. En los días álgidos de la borrasca, el precio de la luz no superó los 95 euros el MWh.
¿Qué ha cambiado? Básicamente, el precio del gas. Hace un año estaba a 27 euros y, ahora, la media de enero ha sido de 83 euros. Y encima de que está más caro dependemos más de él para generar electricidad.
Este enero el peso de las centrales de ciclo combinado se ha duplicado respecto al mismo mes de 2021. Ha pasado de generar 2.729 gigavatios hora (GWh) a 5.964. Su porcentaje en el total de la producción eléctrica también ha aumentado: del 11,2% al 24,6%.
El gas ha cubierto el hueco que han dejado hidroeléctrica y eólica: la generación ha caído sobre un 50% y un 25%, respectivamente, si comparamos con enero de 2021. Los embalses hidroeléctricos españoles están al 55,3%, nueve puntos por debajo de la media de la última década en estas fechas, de acuerdo con el último boletín del Ministerio de Transición Ecológica. Asimismo, el tiempo anticiclónico que ha predominado este mes en gran parte del territorio ha mermado la producción de los aerogeneradores.
Así, el gas también ha acaparado mayor protagonismo en la fijación de precios, tanto de manera indirecta como directa: en 177 horas del mes pasado fue la tecnología que dictó el precio al que cobraba el resto. Casi cinco veces más que el pasado año.
Una dependencia del gas en plena incertidumbre de lo que pueda hacer Rusia, principal proveedor europeo, en Ucrania. Si ataca a su vecino y la comunidad internacional reacciona con sanciones, Putin podría cerrar el grifo. Los expertos descartan un corte completo, no así pequeñas interrupciones del suministro. Por este territorio llega un tercio del gas ruso para el Viejo Continente. La UE y sus aliados ya buscan fuentes alternativas, por lo que pudiera pasar.
Los precios siguen muy pendientes de la situación... De momento, parece que ha vuelto la calma tensa a los mercados. Ahora el índice de futuros europeo apunta a gas a 85 euros para los contratos con entrega en marzo.
Pero ya vimos en diciembre que el panorama puede cambiar radicalmente en cuestión de días. Entonces el precio llegó a marcar 167 euros para comienzos de primavera. Aunque la crisis energética lleva escalando desde el verano, ha sido a finales de 2021 y principios de 2022, con el aumento de la presencia militar rusa en la frontera ucraniana, cuando los precios han escalado drásticamente. Habrá que esperar para ver que llega antes: el buen tiempo o una nueva subida de precios.