Esa evolución contribuyó a que se acelerara de inmediato la adquisición de valores en la Bolsa de Nueva York, que ya había iniciado la sesión con una sólida tendencia alcista.
El índice de actividad manufacturera en Estados Unidos avanzó a 56,3 puntos en agosto, desde los 55,5 puntos de julio y frente a los 52,9 puntos que preveían los economistas, según cálculos del Instituto de Gestión de Suministros (ISM).
Los datos del ISM infundieron una buena dosis de optimismo en Wall Street, que no tenía desde el pasado 7 de julio una sesión tan positiva como esta primera de septiembre y que ayudará a olvidar un poco los sinsabores de agosto.
En ese mes, el Dow Jones de Industriales, la principal referencia de la Bolsa neoyorquina, se anotó un descenso del 4,31%, el S&P 500 perdió el 4,74% y el mercado tecnológico Nasdaq descendió un 6,24%.
Los inversores estaban bien necesitados de recibir noticias positivas de la economía estadounidense y en otras regiones, por lo que los signos de mejoría en el sector manufacturero estadounidense y también en China, además del avance que registró la economía australiana en el segundo trimestre, fueron un bálsamo para aliviar las tensiones de agosto.
Incluso, ayudaron a calmar los temores que podían haber suscitado los datos de empleo que difundió este miércoles la empresa Automatic Data Processing (ADP), más desfavorables de lo que se preveía.
Los cálculos de esa compañía mostraron que las empresas de Estados Unidos eliminaron 10.000 empleos en agosto, después de seis meses consecutivos en los que habían aumentado la contratación.
"El descenso del empleo privado en agosto confirma la pausa de la recuperación que ya ponían en evidencia otros datos macroeconómicos", aseguró Joel Prakken, presidente de Macroeconomics Advisers, la entidad que realiza la encuestas de las que se extraen los datos.
Esa evolución desfavorable se vio un tanto compensada por otros cálculos de la consultora Challenger, Gray & Christmas, que señaló que las empresas estadounidenses anunciaron en agosto la eliminación de 34.768 puestos de trabajo, sin tener en cuenta en qué plazos, lo que supone el nivel más bajo desde junio de 2000.
No obstante, a los inversores les queda por superar la dura prueba de los datos oficiales de empleo y desempleo que difundirá el Departamento de Trabajo el viernes, que incluyen al sector público, y que se prevé reflejarán una pérdida de más de 100.000 empleos en agosto, al tiempo que la tasa de paro podría subir una décima, hasta el 9,6%.
A la espera de esos y otros indicadores económicos que se conocerán en los dos próximos días, el Dow cerró hoy con un alza del 2,54% (254,75 puntos) y llegó a 10.269,47 unidades, en tanto que el selectivo S&P 500 subió el 2,95% (30,96 enteros), a 1.080,29 puntos.
El índice compuesto del mercado Nasdaq ascendió el 2,97% (62,81 unidades) y finalizó en 2.176,84 enteros.
Los 30 componentes del Dow cerraron con alzas en el valor de sus acciones y fueron más notables en los casos de Bank of America (6,08%) y de Caterpillar (4,6%).
También se anotaron subidas superiores al tres por ciento JPMorgan Chase (3,8%), General Electric (3,66%), Chevron (3,63%), United Technologies (3,31%), 3M (3,13%), Home Depot (3,06%), Exxon Mobil (3,05%), DuPont (3,02%) y American Express (3,01%).
Fuera de ese índice, las acciones de Apple subieron el 2,97%, a 250,33 dólares, en una jornada en que presentó su nueva generación de dispositivos iPod y una remodelada Apple TV o iTV, además de lanzar una nueva red social centrada en la música, Ping, integrada en iTunes y de un funcionamiento parecido a Facebook y Twitter.
El barril de crudo de Texas se encareció 2,76% y cerró a 73,91 dólares en el mercado neoyorquino del petróleo.
El dólar se depreció ante el euro y la deuda pública de Estados Unidos emitida a 10 años bajaba de precio, para ofrecer una rentabilidad del 2,57%.