Resignada a afrontar las cuartas elecciones generales en cuatro años, España mira ya a un 10 de noviembre que se acerca acompañado de la amarga sensación de que nada parece haber cambiado demasiado desde que se anunciase, para el hastío de los ciudadanos, la vuelta a los comicios. Con la crisis de Cataluña como cuestión candente, en la retórica y el discurso de nuestros políticos siguen volando los cuchillos, continúan reinando las críticas al vecino y persiste la ausencia de autocrítica. A un lado y otro, los políticos no parecen estar dispuestos a salir del enroque ni dan muestras de que vayan a ceder en sus posiciones. No se atisba, para el pesar del ciudadano, que vayan a remar en conjunto para velar por los intereses del país; para hacer posible un Gobierno estable que saque a España del bloqueo y estimule una economía estancada que aún tiene en el desempleo un problema capital. Un problema que, desde la perspectiva del ciudadano, e incluso desde la de las empresas, no está recibiendo la atención que requiere para atajarlo.
Según la última encuesta realizada por Adecco Group Institute sobre empleo y programas electorales, “el 58,7% de los españoles cree que ningún programa electoral contempla medidas reales y concretas para estimular la creación de empleo en España”. El dato es revelador, y preocupa a una ciudadanía que señala que, a menos de dos semanas del 10N, la incertidumbre que reina en el país influye de forma muy negativa a los intereses del mercado laboral. En distinta escala, así lo cree el 96,1% de los trabajadores y desempleados españoles encuestados, así como el 92,8% de los directivos que han participado en la consulta.
Si bien es cierto que entre los trabajadores encuestados solo un 12% afirma conocer las propuestas laborales de todos los partidos principales (un 48,5% reconoce no conocerlas), mientras en el caso de las empresas es un 14,4% el que considera que los directivos conocen todas esas medidas (un 42,3% opina que se desconocen), Addeco Group Institute ha consultado específicamente a estos últimos, a aquellos (directivos, trabajadores en activo o personas en búsqueda de trabajo) que sí conocen las propuestas en materia de empleo, para analizar en profundidad la situación.
De su encuesta se arroja que para el 58,7% de los trabajadores y desempleados, ningún programa electoral contempla medidas eficaces para estimular el empleo, mientras que el 35,1% considera que solo lo tienen algunos programas y solo un 6,1% piensa que sí se recogen estas medidas en todos los programas electorales. Preguntando a las empresas, sin embargo, estos porcentajes se reducen al 46,8%; 44,8%, y 8,5% respectivamente.
Por otro lado, el 49,3% de los trabajadores y desempleados no se siente representado por los programas electorales en materia de empleo, a pesar de que el 40,5% lo considera determinante para su decisión de voto, y el 49,5%, al menos, importante a la hora de decidir.
Más allá de propuestas, la ciudadanía precisa soluciones que se materialicen y se lleven a cabo. Claman por la aplicación de medidas reales para desencallar un mercado que, pese a su potencial, no aprecia progreso económico. Menos aún si por lo que se pregunta es por el empleo juvenil y el de mayores de 50 años, dos franjas especialmente vulnerables.
Según la encuesta de Adecco, dos de cada tres españoles (64,3%) consideran que los programas electorales no tienen medidas suficientes para ayudar a la inserción laboral de los jóvenes, el 31,1% opina que algunos sí las contemplan, y solo un 4,7% expresa que los programas sí contienen suficientes medidas para facilitar la contratación de los más jóvenes. Porcentajes que, desde el lado de las empresas, son del 58%, 35,1% y 7% respectivamente.
Por otro lado, en lo que se refiere al colectivo de personas mayores de 50 años, un 76,5% de los trabajadores piensa que en los programas electorales de los partidos no se contemplan medidas que faciliten la reinserción laboral de estos parados (frente al 58% de las empresas), un 19,8% opina que sí se hace en algunas propuestas (frente al 20,6% para las empresas) y un 3,7% que todos los programas incluyen medidas con este fin (5,7%, en el caso de las empresas)
Por otra parte, en lo que respecta a la inclusión de medidas llamadas a favorecer la contratación de personas con algún tipo de discapacidad o habilidades diferentes, apunta Adecco, el 54,8% de los trabajadores encuestados afirma que no se contemplan en los programas electorales (50% en el caso de las empresas), un 37,6% dice que sí las recogen varios programas (42,3% para las empresas) y un 7,6% afirma que todos los programas las contemplan (frente al 7,7% cuando se pregunta a las empresas).
Aunque en alguna lejana ocasión se ha escuchado a los políticos debatir sobre el tema, la realidad es que la conciliación laboral está aún lejos de ajustarse a unos estándares que satisfagan la necesidad de todo individuo de poder compatibilizar vida y trabajo. La ciudadanía no se va a conformar con que la conciliación se quede solo en el Congreso de los Diputados, y por eso insisten en que se realizan mejoras en este aspecto.
Atendiendo a la encuesta de Adecco, el 58,5% de los encuestados cree que los partidos políticos no contemplan en sus programas electorales medidas que faciliten la conciliación laboral y personal; una proporción que se eleva al 64,4% si quien responde es mujer.
Por edad, según refiere la consulta, son las personas de 35 y 44 años quienes también señalan con una tendencia al alza, –la cual se eleva al 67,3%–, que los programas no contemplan este tipo de medidas.
Por su parte, un 35,7% de los encuestados considera que las medidas para favorecer la corresponsabilidad y la conciliación están presentes en algunos programas, mientras un 5,8% cree que es así en todos. En el caso de las empresas, el 51% cree que no hay suficientes medidas para ayudar a conciliar a los empleados, un 43% piensa que en algunos casos sí, y un 6% cree que todos los partidos las incorporan en sus programas.
Aunque España se ha esforzado en conseguir avances en este sentido, la realidad es que aún queda mucho trabajo por hacer también en materia de igualdad en el empleo, y es un 45,9% de los trabajadores y desempleados encuestados el que pertenece al grupo de los que consideran que ningún programa contempla realmente medidas para garantizar dicha igualdad entre hombres y mujeres. Una cifra que, en el caso de las mujeres es del 51,8% frente al 40% en el caso de los hombres consultados.
Más allá, el 41% piensa que algunos programas las recogen y un 10% que lo hacen los de todos los partidos. Analizando las respuestas de las empresas, estas cifras son del 41,5%, 41,8% y 16,7%, respectivamente.
Por último, para desarrollar su análisis, Adecco también pregunta en su encuesta qué es lo que les falta a los programas electorales en materia de empleo y qué medidas querrían los encuestados que se incluyesen en ellos.
A este respecto, en el grupo de los trabajadores en activo, la opción más escogida es la que se refiere a ‘medidas que garanticen la conciliación y la flexibilidad horaria (incluyendo la regulación de aspectos como el teletrabajo, el registro horario, etc.), con un 92,4%; seguida de ‘medidas concretas para la inserción laboral y el reciclaje de colectivos con especiales dificultades (jóvenes, mayores de 50, parados de larga duración, personas con cargas familiares, etc.), con un 91,6%.
Tras ellas se encuentran las medidas para luchar contra el fraude de trabajo, con un 90,9%; medidas que favorezcan el autoempleo (autónomos), con un 87,3%; mejores políticas activas de empleo (formación, asesoramiento, colaboración público-privada), con un 88,6%; medidas que favorezcan la igualdad efectiva de género, con un 88,5%; medidas que mejoren la formación dual y la formación para el empleo, con un 88,1%; y, por último, las mayores garantías en el uso de algunas formas de contratación, con un 85,6%.
Por su parte, en lo que atañe a la contestación de las empresas, las medidas concretas y efectivas que más echan en falta en los programas electorales de los distintos partidos políticos son aquellas que tienen que ver con las mejores condiciones para autónomos y emprendedores, con un 93%, tal como apunta Adecco.
Detrás estarían las medidas destinadas a aportar una mayor facilidad para contratar a mayores de 50 años (90,8%); más y mejores políticas activas de empleo (87,3%); medidas para la contratación de personas con discapacidad (86,8%) y de jóvenes (86,1%); medidas para la corresponsabilidad y la flexibilidad de la jornada laboral (85,8%); y mejoras en la negociación colectiva para que sea más ágil y adaptada (85,6%).
Detrás de estos, concluye el informe, también aparecen con alto porcentaje propuestas relativas a las mejoras en los contratos formativos y la formación dual; medidas para la transición ecológica; nuevas regulaciones en las formas de trabajo que están surgiendo; mejoras en la contratación de becarios y la realización de prácticas no laborables; o mayores medidas de flexibilidad interna y externa que faciliten la movilidad y la polivalencia, entre otras.