Teresa lleva 19 años viviendo en Argumosa, 11, una finca situada en el madrileño barrio de Lavapiés. Pero un fondo de inversión ha comprado todo el edificio y no le renuevan el contrato. Tiene que abandonar la vivienda antes del 1 de junio. Sin familia, sin avales, no encuentra otro alquiler ajustado a su bolsillo en el barrio y vive su situación con auténtica angustia. Las obras de rehabilitación de la finca ya han comenzado y poco a poco, los ladrillos minan la moral de los vecinos. Cada puerta tapiada se percibe como una derrota. El Sindicato de Inquilin@s de Madrid ha comenzado una campaña junto a estos vecinos para que el nuevo propietario acceda a renegociar los contratos.