En un discurso pronunciado en Nueva York, la directora gerente del FMI destacó que los principales desafíos para la economía global son la resolución de los problemas de deuda soberana, tanto en Europa como en EEUU, así como el crecimiento económico en sí mismo, cuestiones que, sin una adecuada respuesta pueden alentar una inestabilidad social como la observada en los países del norte de Africa y Oriente Medio.
A este respecto, Lagarde subrayó que la crisis de deuda soberana en Europa refleja los problemas de una unión monetaria y económica "incompleta" y reconoció que "incluso tras las duras medidas estructurales adoptadas por los países afectados, los mercados no están convencidos de que se trate de soluciones duraderas".
En este sentido, la ex ministra francesa de Economía reclamó a los líderes europeos una "rápida implementación" de los compromisos adquiridos en la reciente cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la eurozona.
Por otro lado, Lagarde subrayó que en EEUU "el reloj no se detiene" respecto al límite de endeudamiento y advirtió de la necesidad de que esta cuestión debe "resolverse inmediatamente", ya que, de no hacerlo, habría consecuencias graves para el resto del mundo.
Asimismo, la directora gerente del FMI añadió que, aparte de un acuerdo para ampliar el techo de deuda en EEUU, es necesario un plan "creíble" de ajuste fiscal.
No obstante, Lagarde advirtió de que las medidas de consolidación anunciadas en la actualidad, tienen a corto plazo un impacto negativo, por lo que expresó la oportunidad de aquellas medidas aprobadas ahora, pero cuyos efectos sobre el déficit se produzcan cuando el crecimiento sea más robusto.
"A corto plazo, el impacto probablemente será negativo (...) por esta razón las medidas aprobadas ahora, pero que reducen los déficit en el futuro, cuando la recuperación sea más robusta, serían de particular ayuda", destacó Lagarde, quien señaló que, a largo plazo, la reducción de la deuda puede estimular la actividad económica al reducir los tipos de interés reales y dejar margen para rebajas fiscales.
Así, Lagarde recomendó a las economías desarrolladas, donde la crisis ha provocado "cicatrices profundas", un cambio en sus políticas para recuperar el terreno perdido durante la crisis.
En el caso de EEUU, la directora del FMI indicó la posibilidad de que se produzca una recuperación sin creación de empleo, por lo que reiteró que la necesaria consolidación fiscal al mismo tiempo no debe ser excesivamente precipitada y debe contemplar políticas activas de empleo para frenar el alza del paro estructural.
En el Viejo Continente, Lagarde, destacó que la destrucción de empleo fue menor que en EEUU, por lo que el mayor desafío debe ser la competitividad, para lo que destacó la necesidad de profundizar en la integración de los mercados.
El tipo de crecimiento "correcto"