Fina abre todos los días puntual, sirve huevos y embutidos. Podría ser cualquier tendera de cualquier mercado si no fuera porque Fina es la última resistente del mercado municipal de San Pedro Nolasco, en Valencia. Los vecinos todavía recuerdan cuando el mercado estaba lleno de puestos. "Lo han dejado estropear", nos comentan. El mercado está en el barrio de Sagunto, rodeado de edificios ruinosos. El actual Ayuntamiento de Valencia se lo encontró ya prácticamente vacío y quiere recuperarlo, pero sin un proyecto para arreglar las viviendas cercanas es difícil. Aun así todas las semanas llaman a Fina para ver si necesita algo. A Fina solo le llega para pagar autónomos y comer: "si quiero unos zapatos o un pantalón se lo tengo que pedir a mi marido o a mis hijos". Por eso no sabe si aguantará mucho tiempo más antes de echar el cierre.