Las farmacéuticas prometen no sacar beneficios de la vacuna para el coronavirus
Aseguraron que sus firmas no buscarán ganancias mientras dure la pandemia
El periodo sin beneficios debería extenderse hasta que la OMS declare oficialmente terminada la pandemia
La carrera por encontrar una vacuna eficaz contra el coronavirus se hace frenética en todos los laboratorios del mundo, mientras unos países ya están probando en humanos, aún queda mucho recorrido por hacer para que esta sea segura y libere al planeta de la pandemia que le está azotado.
Los más altos ejecutivos de corporaciones farmacéuticas que trabajan en el desarrollo de una vacuna contra la COVID-19 aseguraron que sus firmas no buscarán ganancias mientras dure la pandemia, en la que más de 351.000 personas han muerto por su causa.
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Política "responsable" de precios
"No esperamos generar ganancias en este periodo", aseguró hoy a la prensa la directora ejecutiva de GlaxoSmithKline, Emma Walmsley, cuya compañía está desarrollando un adyuvante que potencie la respuesta inmunológica de la vacuna y que permitiría acelerar su producción.
La ejecutiva dijo que la industria es consciente de que ante la emergencia sanitaria se debe pensar en que una o más vacunas contra el coronavirus sean accesibles, para lo que habrá que aplicar una política "responsable" de precios y prever donaciones para los países que más lo necesiten.
El consejero delegado de AstraZeneca, Pascal Soriot, fue de la misma opinión al comentar que en la situación actual no se puede pensar en obtener beneficios inmediatos de una o más vacunas que se descubran.
El vicepresidente y jefe científico de Johnson & Johnson, Paul Stoffels, sostuvo que la posición de su corporación es similar y que "en el periodo de pandemia" la industria no debe sacar beneficios para permitir que el mundo entero pueda ser atendido.
¿Hasta que la OMS declare terminada la pandemia?
Más adelante aclaró que, desde su punto de vista, el periodo sin beneficios debería extenderse hasta que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declare oficialmente terminada la pandemia.
Los ejecutivos hablaban en una conferencia de prensa organizada desde Ginebra por la Federación Internacional de Productores Farmacéuticos (IFPMA, por sus siglas en inglés), entidad que representa sus intereses.
A pesar del compromiso que asumieron de que no buscarán ganancias con la vacuna mientras la crisis sanitaria persista, todos defendieron los derechos de propiedad intelectual como el principal motor de la innovación.
Señalaron que poner en cuestión ese principio no es la manera de intentar garantizar el acceso de todos a las vacunas.
El presidente y consejero delegado de Pfizer, Albert Bourla, coincidió que no se podrá aplicar de inmediato el principio de la oferta y la demanda, pese a que si el virus desapareciese la industria perdería cientos de millones de dólares invertidos en la investigación.
Capacidad de producción
El director general de la IFPMA, Thomas Cueni, comentó que uno de los principales "cuellos de botellas" que se avecinan tiene que ver con la capacidad de producción una vez que se defina que una o más vacunas son seguras y eficaces para prevenir el COVID-19.
Cueni dijo haber tenido acceso a informaciones que indican que se podría necesitar producir hasta 15.000 millones de dosis, lo que requeriría de parte de la industria farmacéutica "una inversión gigantesca y de riesgo".
Como punto de comparación, cada año se producen aproximadamente 5.000 millones de dosis de vacunas de la gripe estacional.
Diez vacunas candidatas para la COVID-19
La OMS ha informado que existen diez vacunas candidatas para la COVID-19 que se encuentran en una fase avanzada de desarrollo entre un total de 115 candidatas que están en evaluación preclínica.
Stoffels consideró que para atender la demanda mundial que se generará y llegar a una producción de 15.000 millones de dosis, deberán desarrollarse entre cinco y diez vacunas.
Los ejecutivos también estuvieron de acuerdo en que ahora todos están en una carrera contra el tiempo y señalaron que el hecho de que la pandemia esté remitiendo en algunas partes del mundo podría hacer más difícil determinar el nivel de eficacia de las vacunas que se prueban.
Soriot opinó que la intensidad de la pandemia podría disminuir gradualmente, lo que puede obligar a estudios adicionales de las vacunas candidatas.
Los estudios deberán realizarse en países del hemisferio sur
Stoffels coincidió con ese análisis y dijo que probablemente los estudios deberán realizarse en países del hemisferio sur, a donde la pandemia se ha movido y donde el número de personas contagiadas sigue en aumento.
Pese a las incertidumbres, los responsables prometieron que se seguirá trabajando en hallar una vacuna para que, si el virus actúa por olas, todo esté listo para proteger a la gente cuando llegue la siguiente.
En cuanto a capacidad de producción, las cuatro compañías indicaron que planean utilizar plantas de producción en Europa, Estados Unidos y Asia.