Las familias empiezan a ver la luz al final del túnel mientras la vacunación de la población avanza cada vez a mayor ritmo. Y se están preparando para el periodo de pospandemia equipando sus hogares.
Desde marzo del año pasado los españoles nunca habían pasado tanto tiempo en casa. Y, por ello, están optando por acomodar sus viviendas lo máximo posible.
El índice de comercio minorista del Instituto Nacional de Estadística (INE) superó en marzo de 2021 los niveles de ese mismo mes en 2019 y 2018. Y, por supuesto, se situó muy por encima de los de marzo de 2020.
Pero, si se observa la evolución por tipo de producto, salta a la vista el fuerte incremento que registran las ventas de equipamiento del hogar. Y no sólo respecto al año pasado (un 74,4%), sino también en relación a dos años “normales” como fueron 2019 y 2018.
En este grupo figuran algunos de los bienes más demandados desde el inicio de la pandemia como electrodomésticos y ordenadores, y otros como muebles, vajillas, cristalerías, artículos de ferretería y bricolaje, videojuegos, productos de farmacia, artículos médicos, de óptica, libros, juguetes, flores y plantas.
Otro grupo de productos que ha aumentado mucho sus ventas respecto al año pasado (un 87,5%) es el de equipo personal, que incluye telas, sábanas, manteles, prendas de vestir y accesorios, calzado y cosméticos. Sin embargo, si observamos la evolución de su índice comprobamos que figura aún por debajo de los niveles de 2019 y 2018.
Por otro lado, la apertura de la hostelería y ampliación de sus horarios está provocando un descenso en las ventas minoristas de alimentación, que han descendido un 4,3% respecto a marzo del año pasado, cuando se dispararon durante el confinamiento.
El comercio minorista de otros bienes, grupo que engloba relojería, joyería, combustibles (excepto para automóviles), equipamiento de oficina, artículos de fumador y material de comunicación (como teléfonos) también ha superado los niveles de 2019 y 2018, tras avanzar un 19,7% respecto a marzo del año pasado.
Otra característica de la evolución del comercio minorista está siendo el descenso de las ventas en empresas con un único local o con pocos. Como no podía ser de otro modo, ambos modos de distribución se han recuperado respecto al año pasado. Pero ninguno logra superar los niveles de los años previos a la COVID-19.
Frente a este declive del pequeño comercio, la pandemia ha impulsado la cifra de negocio de las grandes cadenas y, en menor medida, de las grandes superficies.
Las primeras, que cuentan con 25 o más locales y 50 o más asalariados, están vendiendo un 10% más que en 2019 y 2018. Nos referimos a empresas como Mercadona, Lidl o Aldi, por ejemplo.
En cuanto a las grandes superficies, son las que más ha aumentado su negocio respecto al año pasado (un 40,4%).
Esto se debe, en gran medida, a que en marzo de 2020 sólo podían vender ciertos productos y ahora se están beneficiando del impulso de las compras de los españoles en equipamiento del hogar ya comentadas.
onlineOtro aspecto a destacar en estos últimos meses es que las ventas minoristas por internet han acelerado notablemente su crecimiento desde que comenzó la pandemia.
Aunque ya venían mostrando una notable evolución al alza en los últimos años, con crecimiento superiores al 10%, en marzo de 2021 han registrado un incremento cercano al 50%.
En relación a 2018 el índice de comercio al por menor online prácticamente se ha duplicado.
Todo ello es fiel reflejo de las preferencias de los hogares, que han reforzado su apuesta por adquirir ciertos productos desde la comodidad de su propio domicilio que, además, cada vez está más equipado.