La factura de la luz del usuario medio en España ha alcanzado en noviembre los 115,18 euros, un 68,1% por encima de los 68,50 euros del mismo mes del año pasado. Es la segunda factura de la luz más cara de la historia, solo superada por la del pasado mes de octubre, según pone de manifiesto la asociación FACUA-Consumidores en Acción.
Con este dato cerrado del mes de noviembre, FACUA recuerda que la factura eléctrica de diciembre tendría que ser negativa para que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, viese cumplida su promesa de que este año los consumidores pagarían lo mismo que habían pagado en el año 2018, una vez descontado el IPC. Para que esto ocurriera, un usuario medio en nuestro país tendría que recibir una factura en la que su compañía eléctrica le devolviera 12 euros.
Y es que, de momento, sin contar el mes de noviembre, la factura del usuario medio se ha situado en una media de 88,67 euros, lo que representa un 14,9% más de la factura de 2018, que estaba situada en los 77,18 euros.
Las medidas adoptadas por el Gobierno: la bajada del IVA en julio y la bajada de los cargos regulados y el impuesto especial sobre la electricidad en septiembre, no han dado como resultado la esperada bajada del precio de la luz, por lo que desde FACUA exigen la puesta en marcha de medidas adicionales que aseguren esta reducción. Entre ellas la imposición, durante al menos seis meses, de un descuento mínimo del 50% en la factura eléctrica sometida a la tarifa semirregulada PVPC de la inmensa mayoría de familias, excluyendo sólo a las de rentas más altas.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) también ha considerado "imposible" que el Gobierno cumpla su compromiso de que se pagará la misma factura de la luz este año que en 2018 más el IPC. En un comunicado, la asociación ha señalado que noviembre ha cerrado con los precios de la electricidad "disparados", lo que ha llevado a una factura para un hogar medio, 4,6 kilovatios (kW) y 292 kilovatios/hora (kWh) de consumo mensual, con la tarifa regulada de 95,94 euros.
Así, el recibo acumula en lo que va de 2021 un importe de 830,18 euros, mientras que a cierre de noviembre de 2020 ascendía a 614,38 euros, un 35% menos que en este año. De esta manera, sin contar el mes de diciembre, la factura es ya más elevada que la pagada durante los 12 meses de 2018, con lo que OCU considera que la promesa del Gobierno "resulta imposible de cumplir".
Según las estimaciones de la asociación, si todo sigue igual en diciembre, la factura de electricidad de 2021 será un 9% más cara que la de 2018 (revalorización de IPC incluida). Para que se pudiera cumplir el compromiso gubernamental de que la factura eléctrica de 2021 no superase a las 2018 (más IPC), supondría que el mercado mayorista OMIE fijase un precio de la electricidad durante diciembre en torno a cero euros, "algo que con toda seguridad no va a suceder", añaden desde la OCU.
El precio medio de la electricidad en el mercado mayorista bajará este miércoles un 9,95% con respecto al marcado ayer, aunque alcanzará los 247,21 euros por megavatio hora (MWh), su tercer máximo registro histórico, según datos del Operador del Mercado Ibérico de la Electricidad (OMIE).
Diciembre comienza así con un 'pool' que encadena su decimocuarto día consecutivo por encima de la cota de los 200 euros/MWh. Tan sólo supera el precio de la luz para este miércoles el registro del pasado 7 de octubre, que todavía ostenta el récord con 288,53 euros/MWh, y el de ayer, con la cotización de la luz en los 274,56 euros/MWh.
En términos anuales, el precio de este 1 de diciembre multiplicará casi por cinco los 50,36 euros/MWh en que se situó en el mismo día de 2020.
Los precios del 'pool' repercuten directamente en la tarifa regulada, el denominado PVPC, a la que están acogidos casi 11 millones de consumidores en el país, y sirve de referencia para los otros 17 millones que tienen contratado su suministro en el mercado libre.
Este encarecimiento en los últimos meses en el mercado eléctrico se explica, principalmente, por los altos precios del gas en los mercados y de los derechos de emisión de dióxido de carbono (CO2), en máximos históricos en este año.