Los gobiernos europeos acaban de encontrar un nuevo y poderoso aliado en su lucha con Donald Trump, presidente de Estados Unidos, por aplicar la conocida como 'tasa Google'. Mark Zuckerberg, CEO de Facebook acaba de reconocer en una conferencia en Múnich que su empresa debería pagar más impuestos fuera de Estados Unidos, según informa El Periódico.
La 'tasa Google' es el nombre con el que coloquialmente se conoce al Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales. Este impuesto, del 3% sobre la facturación, tiene como propósito que las grandes empresas tecnológicas que tengan publicidad dirigida, tales como Google, Facebook o Amazon entre otras, tributen en los países donde generen beneficios.
El problema de la publicidad dirigida es que clasifica a los clientes que utilizan sus páginas webs teniendo en cuenta sus gustos y preferencias. Esa información personal, obtenida a través de las 'cookies' --información que se almacena en el navegador del usuario sobre las páginas webs visitadas--, se vende a otras empresas. Por lo tanto, este impuesto solo se aplicaría sobre este tipo de empresas tecnológicas, quedando fuera las que exclusivamente se dediquen a vender sus productos por internet.
La Comisión Europea fue la primera en proponer la creación de esta tasa en marzo del año 2018. La intención era aprobar este impuesto y aplicarlo en todos los países de la UE de forma unánime. Sin embargo, en la reunión del pasado mes de marzo del Ecofin, donde están presentes todos los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea, se decidió paralizar la 'tasa Google', al no haber unanimidad para aprobarlo ante el rechazo frontal de los países nórdicos. Ahora está en manos de la OCDE decidir si hay acuerdo o no para la aplicación global de este impuesto.
Esta semana, la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha asegurado en el Congreso que los nuevos impuestos a las transacciones financieras y a los servicios digitales, comúnmente conocidos como 'tasa Tobin' y 'tasa Google' "están listos" y se aprobarán "en los próximos Consejos" de Ministros.
Si finalmente se aprobara el impuesto en España, se seguirían los pasos de Francia, país que ya ha dado luz verde a esta tasa con el 3 % sobre el volumen de negocio que las grandes tecnológicas generen en territorio galo.
La Administración Trump no ha tardado en reaccionar a las pretensiones de gobiernos como el español o el francés, que barajan poner en marcha el impuesto de manera unilateral. A fin de proteger a sus empresas, el Departamento de Estado de EEUU ha comunicado a sus embajadas en estos países que adviertan de las repercusiones que tendría esta aprobación. Aunque todavía no se conocen las medidas concretas, en el caso francés sí se baraja la posibilidad de una subida de aranceles a los productos galos.
El último paso hacia la aplicación internacional del impuesto lo dio el G7, conformado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido.
En su última reunión en Francia, han acordado un compromiso para apoyar en el seno de la OCDE la creación de este impuesto a finales de 2020, pese a las reticencias de EEUU. Los países han reconocido la necesidad urgente de hacer frente a los desafíos fiscales de los nuevos modelos de negocios tecnológicos.
Mientras se debate la aplicación de la 'tasa Google', existen opiniones que creen que esta tasa perjudicaría a economías como la española; y otras que aseguran, en cambio, que su puesta en marcha beneficiaría las economías de los países donde se aplique.
Según un informe elaborado en enero por PwC a petición de Ametic y Adigital, la 'tasa Google' tendría un impacto negativo en el PIB español de entre 586 y 662 millones de euros. Además, el informe concluye que tanto las pequeñas y medianas empresas como los consumidores serían los principales perjudicados, puesto que las empresas tecnológicas a las que les afecta la tasa transferirían este coste a las empresas y usuarios que utilizan sus servicios.
De la opinión contraria es la Asociación ATTAC. La delegación que tiene la organización en Francia ha pedido la creación de una tasa unitaria que frene la evasión fiscal no solo de las tecnológicas, sino también de las grandes empresas multinacionales. Bajo esa petición engloban la aplicación de la 'tasa Google', aprobada por el Ejecutivo francés el pasado 11 de julio bajo el nombre de 'Tasa GAFA'(acrónimo de Google, Apple, Facebook y Amazon).
La asociación sostiene que si se hubiera aplicado el impuesto unitario en Francia en el año 2017, "las multinacionales hubieran pagado el doble de lo que realmente pagaron". Defiende que la puesta en marcha de esta tasa sería la mejor manera de luchar contra la evasión fiscal.