El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) dará mañana día 3 de marzo de 2020 a conocer el contenido de la sentencia más esperada por la banca y los consumidores españoles: la que juzga la posible abusividad del índice hipotecario IRPH.
Si el fallo fuera favorable los clientes podrían llegar a recuperar hasta 25.000 euros de media, según los cálculos realizados por el comparador financiero HelpMyCash.com.
Lo que decidirá el TJUE, en concreto, es si el IRPH, un índice al que están ligadas cerca de un millón de hipotecas vigentes en España, debe ser sometido al control de transparencia.
En caso de que los magistrados europeos sentencien que sí debe superarlo, los jueces españoles podrían declarar abusiva su aplicación en aquellos contratos hipotecarios en los que los bancos lo incluyeron sin explicar al cliente en qué consistía esta referencia y cuál era su método de cálculo.
A través de esta calculadora se puede conocer cuánto se podría recuperar en caso de que este índice fuera declarado abusivo por falta de transparencia. En la propia sentencia del TJUE podría indicarse cuál sería el escenario válido, aunque si no lo hiciera, esa decisión recaería en el sistema judicial español. En cualquier caso, un fallo favorable a los consumidores costaría mucho dinero a la banca: según Goldman Sachs, las entidades tendrían que devolver a los afectados por el IRPH un total de entre 7.000 y 44.000 millones de euros.
Además, esto se suma a los 1.600 millones de euros que podrían tener que reembolsar, según Barclays, si el Supremo declara abusivas las tarjetas de crédito revolving (el otro gran frente que tiene abierto actualmente la banca).
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea, sin embargo, también podría sentenciar que el IRPH no debe estar sujeto al control de transparencia, dado que se trata de una referencia considerada oficial publicada periódicamente en el Boletín Oficial del Estado e inscrita dentro de las condiciones generales del contrato hipotecario. Esa es, de hecho, la postura del Tribunal Supremo español, que se dio a conocer en un fallo de diciembre de 2017.
Pero aun así, existen otras maneras de deshacerse del IRPH sin necesidad de pasar por los tribunales, aunque no de recuperar lo abonado en intereses por su aplicación. Algunas de estas opciones son:
La primera consistiría en pactar con el banco para sustituir el IRPH por otra referencia (como el euríbor) o para pasarse a un tipo fijo, lo que se conoce como novación. Si la entidad no lo aceptara, se podría trasladar el préstamo a otra que sí lo hiciera mediante una subrogación de acreedor. Y si ambas opciones fallaran, la alternativa sería contratar una nueva hipoteca fija o ligada al euríbor para cancelar la existente. Pero hay que saber que todas ellas costarían dinero.