La llegada del nuevo estado de alarma y el toque de queda establecido en toda España, menos en Canarias, han disparado las cancelaciones de cara al puente de noviembre. Era otra de las grandes esperanzas del sector turístico, que esperaba un puente con bastante movimiento a nivel nacional.
El puente de Todos los Santos no será igual este año en Granada. No habrá turistas. "Es una ruina para nuestra hostelería", comenta uno de los afectados. El polo opuesto es Canarias: allí empiezan a llegar británicos y alemanes, pero poco turismo nacional.
Para el sector es difícil hacerse una idea de lo que ocurrirá el puente. Porque las reservas, cuando las hay, son de última hora. "Se están haciendo normalmente en 24 o 48 horas como mucho", detalla Masiel García, directora del hotel Neptuno de Valencia.
Pendientes todos de las restricciones que tanto pueden afectar a zonas como Valencia. "Si cierran Madrid será una bajada de previsiones", comenta un hostelero locales. Las previsiones no son buenas.
"Si comparamos las entradas el próximo fin de semana del puente con el mismo puente del 2019, estamos en un 13%, es decir, una caída del 87%", explica Ricardo Fernández, director general de Destinia. En los últimos siete días se han cancelado casi un 30% de las reservas.