Reino Unido y Noruega presentan los niveles más altos de discriminación, mientras que España y Alemania presentan los niveles más bajos. Es lo que se desprende de los resultados desvelados por los investigadores del proyecto GEMM (Growth, Equal Opportunities, Migration & Markets) que se encargó de estudiar el acceso al empleo de jóvenes descendientes de inmigrantes en cinco países europeos - Alemania, España, Gran Bretaña, Holanda y Noruega - a partir del análisis del comportamiento real de más de 19.000 empresas. Para ello, compararon la respuesta que reciben estos candidatos por parte de las empresas analizadas con la de candidatos de idénticas características curriculares pero de padres nativos. De este modo, se estima el grado de discriminación en cada uno de los países del estudio.
Se trata de “la investigación más ambiciosa de estudios sobre la discriminación en la entrada en el empleo que se ha hecho en Europa y lo hacemos de manera comparada, es decir, hacemos exactamente el mismo diseño en cinco países europeos”, comenta el responsable del proyecto en la UC3M, Javier Polavieja, profesor del departamento de Ciencias Sociales.
Según Polavieja, “los resultados para España son especialmente relevantes si tenemos en cuenta que nuestro país ha sufrido la crisis económica más severa de todos los países del estudio y que esta crisis fue además precedida del mayor aumento en los flujos de inmigración experimentado en Europa, por lo que tal vez cabría esperar que España estuviera entre los países que más discriminan no entre los que menos”.
Los resultados del estudio permiten además conocer un poco mejor los procesos de decisión que se esconden detrás de la discriminación por parte de las empresas. “Parece que el mecanismo que está detrás no es la falta de información, sino que tiene más que ver con los prejuicios y estereotipos por parte de los empleadores, o con la discriminación inconsciente”, explica el profesor Polavieja.
Se calcula que en la actualidad hay en Europa 19 millones de personas que son hijos de inmigrantes, 6 millones de las cuales tienen padres nacidos fuera de la UE. Casi 1 de cada 4 jóvenes menores de 18 años en España es descendiente de padres nacidos en el extranjero. Muchos de estos “nuevos europeos” están incorporándose ahora al mercado de trabajo. Una de las preguntas que se plantearon los investigadores es si lo hacen en igualdad de condiciones que los hijos de padres nativos.