Tras decir ayer que los nacidos entre finales de los 50 y mediados de los 70 tendrán que elegir entre recortar su pensión o trabajar más tiempo, el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha tenido que dar marcha atrás en menos de 24 horas. Porque la reforma de las pensiones no resuelve el futuro, pero no es momento de estropear la foto que tanto ha costado conseguir en un difícil y complejo pacto con los agentes sociales. Escrivá argumentó que esa generación era más ancha y que tendría que hacer un esfuerzo mayor para asegurar la supervivencia del sistema, uno de los grandes retos de nuestro Estado de Bienestar.
"Tengo que reconocer que no tuve el mejor día. Se me entendió mal y eran unas reflexiones en voz alta", ha tenido que decir el ministro que ha provocado el malestar entre la patronal, los sindicatos y el propio Gobierno y sus socios, que no quiere fomentar nubarrones en este tema. Garzón ha salido al paso para decir que eso "era una opinión personal del ministro, este gobierno no va a ir por esa senda". El PP cree que dijo la verdad y Sánchez le ha obligado a rectificar. El presidente ha querido poner paz: "Creo que han sido los suficientemente elocuentes hay que dejar trabajar al dialogo social". Será en otoño cuando se retome la negociación de la reforma de las pensiones.
El ministro ha querido poner el acento hoy en que "lo importante es el pacto sellado ayer, que vuelve ligar la revalorización de las jubilaciones con el IPC y deroga de forma permanente el factor de sostenibilidad. Eso, verdaderamente, es lo fundamental, y eso es lo que tienen que entender todos", reitera Escrivá.
La oposición acusa de nuevo al Gobierno de mentir con el recorte de las pensiones. La vicesecretaria de sectorial del PP, Elvira Rodríguez, considera que "el Gobierno le toma el pelo una vez más a los españoles. El presidente miente cuando anuncia un logro histórico para el sistema de pensiones español. Ayer solo se suscribió una parte de una reforma, a la que como adelantó el ministro Escrivá, le faltan los recortes".
Las palabras de Escrivá provocaron la reacción de los secretarios generales de UGT y CC.OO., Pepe Álvarez y Unai Sordo, que rechazaron los recortes a la generación del ‘baby boom’ y la CEOE hizo público un comunicado en el que destacó la "confusión generada por las desafortunadas declaraciones" realizadas por el ministro Escrivá. CEOE y Cepyme quieren aclarar que dicha pretensión no forma parte del acuerdo alcanzado ni se comparte". El nuevo mecanismo de ajuste "debe sustentarse en la equidad y la solidaridad intergeneracional evitando, en todo caso, que recaiga solo sobre algunas generaciones la sostenibilidad del sistema".
La Autoridad Fiscal (Airef) calcula que en 2050 habrá menos de dos personas en edad de trabajar por una mayor de 66 años (53%). Ese año habrá un 30% de la población por encima de 65 años. Los economistas consideran inevitable retrasar la edad de jubilación como fórmula para contener el gasto, justo lo que dijo el ministro Escrivá. Según cálculos de la Airef, cada año que se retrasa supone un ahorro en gasto del 0,8% del PIB. El gasto en pensiones se ah disparao y Escrivá ha puesto el dedo en la llaga, aunque duela y ahora tenga que poner una tirita.