Con 2022 a la vuelta de la esquina, el mercado eléctrico español no da tregua. En los 18 días que llevamos de diciembre, el precio mayorista de la luz ha subido un 21,6% respecto a la media de noviembre. Este sábado será el tercer día consecutivo en el que se superen los 300 euros el megavatio hora (MWh). Todos los indicios apuntan a que enero comenzará de la misma forma.
El precio de los contratos eléctricos para ese mes se ha disparado un 37,5% desde el pasado 6 de diciembre, hasta los 327,5 euros/MWh. De cumplirse, multiplicarían por cinco el precio de 2021. De hecho, se esperan cifras similares para febrero e incluso marzo. Una tendencia que también se refleja en otros mercados europeos. Sorprende especialmente el caso de Francia, que ha llegado a situar el precio de enero en 640 euros/MWh.
Unas previsiones que forzado al Gobierno a prorrogar las medidas fiscales adoptadas para rebajar la factura de la luz a finales de abril y a seguir insistiendo a la UE que tiene que tomar cartas en el asunto.
Y eso que estos días, en los que se está rompiendo récord tras récord, España está sufriendo menos que sus vecinos. De los grandes, solo Alemania tiene el precio algo más contenido (este sábado pagará el megavatio a 260 euros), por el retorno del carbón a su sistema. Francia, aún con su importante parque nuclear, registrará un precio de 316 euros/MWh.
En nuestro país, la eólica es la que está salvando un poco la situación. Desde el 1 del mes, la producción por aerogeneradores ha superado los 254.000 MWh/día, un 60% por encima de la media de los últimos cinco diciembres. Pero, aunque ya se ha convertido en la principal fuente de energía española, la eólica tiene dos problemas: es inconstante y la electricidad que genera no se puede almacenar.
Por eso, debido a que hemos tenido un anticiclón esta semana, el ciclo combinado, que quema gas natural, ha marcado el precio de la luz en 117 horas en estos 18 días. También han entrado otros factores en juego:
Pero las cosas podrían cambiar para final del mes. Se espera que a lo largo de diciembre todas las centrales vuelvan a estar operativas -aunque el reactor de Cofrentes ha sufrido un fallo de última hora en su acoplamiento-. Y a partir de este martes se espera tiempo inestable, que traerá de nuevo el viento. En su avance del informe del mes, el agregador energético ASE estima que la eólica supondrá el 34,4% del mix (una subida de tres puntos respecto al año pasado).
Pero, todo dependerá de en cuántas horas del día reine el viento. Su presencia o la falta de ella causa una montaña rusa de precios en un misma jornada. El ejemplo más reciente y extremo fue el pasado 5 de diciembre. Cuando los aerogeneradores funcionaban a máxima potencia de madrugada se pagaron 3 euros por el megavatio hora; la quema de gas por la noche disparó el precio hasta los 252 euros/MWh.
Según los analistas de ASE, estamos viendo un avance de la inestabilidad que se va a instaurar en el mercado. Serán episodios de volatilidad extrema, cada vez más frecuentes y cortos, a medida que aumente la penetración de renovables (eólica) y se retiren las fuentes térmicas (gas y carbón). Estos se producirán en momentos de baja producción solar y eólica, los días de calor o frío extremos y con baja producción nuclear.
Estas jornadas, habrá que "temer" el precio del gas natural. Los contratos de enero en el índice de referencia europeo han rondado los 130 euros/Mwh estos días, alcanzando una cifra récord de 142,77 euros el 16 de diciembre. Una tendencia motivada por la incertidumbre del suministro proveniente de Rusia. Tanto por la escalada de su conflicto con Ucrania como por el retraso en la puesta en marcha del gasoducto Nord Stream 2.
Al alto precio del gas se suma el de las emisiones de CO2. Ahora cotizan en 80 €/tCO2. La semana pasada tocaron los 90 €/tCO2, su cota prevista por la UE para final de la década. Además, en 2021 las emisiones han subido cerca de un 140%.
Desde ASE apuntan que la aceleración de las expectativas de descarbonización y el decidido apoyo político a este mercado de CO2 están atrayendo a inversores. Estos ven este mercado un valor refugio seguro, en un momento bursátil y de materias primas muy volátil.