Como cada año cuando llegan las fiestas navideñas se acumulan las actividades familiares, las compras, las cenas y todo tipo de quehaceres, y muchas veces tenemos que lidiar con toda esa vorágine mientras continuamos con nuestros compromisos laborales habituales, lo que puede complicar mucho el equilibro entre vida familiar y trabajo.
No siempre es posible recurrir a abuelos o cuidadores externos para reorganizar el cuidado de los más pequeños del hogar o familiares dependientes. De hecho solo el 29% de los trabajadores dice tener facilidades para conciliar su vida laboral y las responsabilidades del hogar, según una encuesta de Infojobs, un porcentaje menor que el 35% del año pasado.
No es extraño que cada vez más empleados prefieran flexibilizar su horario en Navidad a las cestas u otros 'plus' habituales en estas fechas. Según un estudio de Deloitte, ocho de cada diez trabajadores optarían por recibir beneficios adaptados, como días libres extra, más opciones de teletrabajo o reducción del horario, antes que los obsequios extraordinarios.
En este contexto, las empresas juegan un papel clave ofreciendo medidas de conciliación que permitan al empleado cumplir tanto con sus responsabilidades profesionales como personales. Estas condiciones, que desgraciadamente no brindan todas las empresas, alivian las cargas familiares y también aumentan su productividad y satisfacción laboral. Según Marcelo Dos Reis, CEO de Grupo SPEC, “las empresas que fomentan políticas de conciliación no solo mejoran la calidad de sus empleados, sino que también fortalecen su reputación y retención de talento”.
La legislación en España ha avanzado en los últimos años hacia la adaptación de horarios para cuidar de familiares y permisos especiales para emergencias familiares. Se prevé que la nueva ley de gestión horaria digital, que se implementará en 2025, permita a las empresas gestionar de manera más eficiente y sencilla los horarios de sus empleados.
La implantación de plataformas digitales permitirá a los trabajadores una mayor personalización de sus horarios, pudiendo priorizar sus responsabilidades sin comprometer su estabilidad laboral. El desafío, claro, está en la implementación efectiva de estas normativas. “En un mercado laboral competitivo, la conciliación no es solo una cuestión de bienestar, sino también un factor estratégico para atraer y mantener a los profesionales”, concluye Dos Reis.
Pero más allá de la responsabilidad de la empresa en la conciliación, es importante tomarse un respiro durante las Navidades que nos permita recargar las pilas y recuperar la frescura creativa para volver con más fuerza al trabajo. Sabiendo que muchas veces no somos capaces de soltar amarras o dejar de pensar en las tareas pendientes. Estos son algunos consejos, cortesía del grupo Noa's, para planificarse bien:
Resuelve los proyectos pendientes. No intentes dejar todos los asuntos finiquitados. Cada proyecto tiene sus tiempos, así que estructura las tareas y ponles plazos. Delega tareas y establece un timing coherente. Con todo planificado, podrás irte más tranquilo.
Desconecta digitalmente. Por pocos días que te tomes libres, lo ideal es que desconectes totalmente. Sin llamadas, sin mails y sin consultas desde la empresa. Cierra el ordenador y el móvil del trabajo.
Aprovecha para descansar. Está bien que vayas al cine, al teatro o compartas tiempo con viejas amistades, pero empeñarse en llenar la agenda con todo tipo de actividades también puede terminar agotándote. La Navidad es un tiempo ideal para estar en familia y relajarte. Si es posible, date el privilegio de aburrirte un poco.
Activa tu cuerpo. La Navidad es tiempo propicio para los excesos, pero también es una oportunidad de romper con la rutina y desperezar el cuerpo. Tus pulmones necesitan hincharse de aire y soltarlo, junto a toda la presión laboral acumulada. Paseos a pie, en bici o una buena sesión de yoga son buenas opciones para desengrasar el cuerpo.