"La situación económica en la eurozona sigue siendo un desafío, pero hay pequeñas señales de una posible estabilización, y nuestro escenario básico sigue siendo el de una recuperación muy gradual que empiece a finales de este año", ha dicho Draghi en la Conferencia Monetaria Internacional, en Shanghai.
Draghi ha anunciado que el BCE "continuará apoyando el esfuerzo económico para garantizar la estabilidad de precios en la eurozona". "Al calibrar nuestra respuesta política a los retos venideros, el BCE seguirá estando profundamente implicado en nuestro esquema de política monetaria", ha sostenido.
No obstante, ha reiterado la necesidad de que los gobiernos de los países de la eurozona sigan implementando los programas de ajuste "para inspirar confianza". "Deben seguir con la agenda de reforma fiscal", ha indicado.
"Poco se ganaría de un menor ajuste fiscal ahora, si con ello se genera la expectativa a los mercados de que otro ajuste fiscal va a ser necesario mañana", ha explicado el presidente del BCE.
Draghi ha afirmado que, a medio plazo, este ajuste fiscal se basará en el aumento de la productividad. "Solo mediante la firme implementación de las reformas estructurales se restaurará la competitividad de las economías de la eurozona", ha insistido.
En relación al programa de compra de deuda soberana del BCE, ha aclarado que está condicionado a la implementación del programa de ajuste y "diseñado para mantener los niveles de los bonos gubernamentales por debajo de niveles de pánico".
"No para reducirlos a niveles que ayuden a la solvencia de los gobiernos", por lo que "la intervención del BCE no abordará aquellas partes de los diferenciales de los bonos gubernamentales que estén justificadas".