Donald Trump clausura Davos
La expectación es máxima. Los líderes mundiales están expectantes ante los dos grandes temas que, se han filtrado, serán las estrellas del discurso: America First ( America primero) y la competitividad mundial. Aunque no se descarta que sorprenda con algún exabrupto.
America First para Trump tiene dos significados: en primer lugar tiene que ver con el retorno de la inversión a Estados Unidos y el incremento del empleo en su país. Para ello el Presidente aprobó la reforma fiscal más ambiciosa de Estados Unidos en las últimas cuatro décadas. Rebaja de impuestos a cambio de retornar los beneficios que las grandes multinacionales tienen fuera del país. Y no es ninguna tontería, solo en éste año 2018 se esperan que regresen a Estados Unidos unos 3 trillones de dólares de empresas como Apple, Google, Amazon que por no pagar impuestos en Estados Unidos tenían ese dinero en Irlanda o en China.
Además la rebaja del impuesto de sociedades del 35% al 20% - 15 puntos- ha provocado el anuncio de miles de millones de dólares en inversiones para los próximos cinco años, como las anunciadas por la operadora de telecomunicaciones ATT, el gigante de la distribución Wall Mart, o las que pueden hacer empresas extranjeras que operan en Estados Unidos.
En éste capítulo, por ejemplo Iberdrola gracias a la rebaja fiscal se ahorrará en impuestos 1.300 millones de dólares que, a buen seguro tendrán un retorno en el país. Trump defiende que la rebaja de impuestos permite que la economía crezca, que se creen puestos de trabajo y que regrese la inversión productiva. De momento la tasa de desempleo en Estados Unidos está en el 5% es decir que hay pleno empleo, se han creado 3 millones de puestos de trabajo en el último año, y se mantiene el dólar bajo ( algo que permite la competitividad mundial de los productos estadounidenses pese al disgusto de Draghi).
Y esto supone un problema para el resto del mundo, porque si Estados Unidos ofrece un atractivo panorama impositivo y facilidades para la inversión, lo normal es que las multinacionales – como está pasando- comiencen el regreso a Estados Unidos. En Este sentido en los próximos días Trump podría anunciar el acuerdo de la renegociación del NATFA y también su propuesta de reforma migratoria, que básicamente propone legalizar a 2,5 millones de jóvenes “dreamers”, y que están en el sistema DACA, es decir que llegaron de pequeños a Estados Unidos y han crecido en el país y no han cometido delitos. Este acuerdo de reforma migratoria, que además endurece los sorteos de los permisos de residencia, estaría condicionada a que en el Capitolio, los demócratas aprueben una financiación especial para terminar el famoso “muro” de la frontera entre Estados Unidos y México. Un muro que comenzó a construirse con Bill Clinton en 1995, y del que solo quedan 800 kilómetros sin vallar de los que 500 kilómetros son básicamente el Río Grande (imposible de vallar).