La tasa de paro se queda cada vez más corta para retratar la situación mercado laboral. Tener un trabajo abre cada vez menos la puerta para salir de la pobreza o para tener unas condiciones de vida dignas. Y la situación va a empeorar en los próximos años si los gobiernos no corrigen la tendencia.

Según el Informe sobre Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo, que acaba de presentar la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y que define como un "retrato más realista" del empleo en el mundo, 470 millones de trabajadores "carecen de un acceso adecuado al trabajo". Bien porque sus ingresos no son suficientes, bien porque no trabajan el número de horas que les gustaría. Y la organización no prevé que haya una mejoría de la oferta de trabajo. Todo lo contrario: en 2020 habrá 2,5 millones de parados más en el mundo. Y los salarios no se recuperan.

La tasa de paro española en el 13,92%, preocupa. No solo porque la OIT considera más propia de las economías del norte de África que del entorno europeo, sino porque además, 1,2 millones de trabajadores querrían trabajar más horas de las que disponen sus contratos y cerca de otro millón de trabajadores que no están apuntados en la lista del paro querría tener un trabajo. Teniendo en cuenta estos datos, la subutilización de la fuerza de trabajo es del 23% frente al 14% de la media europea.

La cifra es más alarmante si se analiza el mercado de trabajo entre los jóvenes: uno de cada dos trabajadores (48%) de entre 15 y 24 años no tenían un empleo o suficientes horas de trabajo. La media europea es del 28%. En 2020, vaticina la OIT, se moderará la recuperación del empleo por la desaceleración económica.

España también destaca por la caída del peso de los salarios en la riqueza nacional. Es una tendencia que se observa en otros países pero en nuestro caso es algo más acusada. Los sueldos de los trabajadores por cuenta ajena y de los autónomos han pasado de representar el 66,6% del PIB en 2009 al 61,2% en 2017. Esos más de cinco puntos de diferencia se traducen en un perjuicio económico directo en los bolsillos de los trabajadores, según la OIT.

"La caída de los salarios en la riqueza es muy superior a la que se ha observado en todo el mundo. Más de cinco puntos es una cantidad inmensa", señala Joaquín Nieto, director de la oficina de la OIT para España. "Supone que unos 64.500 millones de euros que, anualmente, ya no están en manos de los trabajadores y eso representa una pérdida enorme para cada uno de los trabajadores porque estamos hablando de unos 3.200 euros al año". Las "políticas de austeridad" han sido las culpables de esa pérdida económica para los trabajadores de "manera ya estable".

Las perspectivas en España y el mundo son "alarmantes y preocupantes" si no se revierte la tendencia. Tampoco se alcanzarán los objetivos de reducción de pobreza. Para la OIT no queda margen de actuar en materia de política monetaria aunque sí en política fiscal y de estímulos.

Los cuatro sectores que apuntalarían una mejora en el terreno laboral (especialmente en España) son, para la OIT:

Son las recomendaciones de la OIT para revitalizar un mercado laboral con síntomas de agotamiento.