Las cuentas de un pequeño transportista en paro: “Este mes no he ganado nada, trabajo solo para echar gasoil”
Miles de autónomos y pequeñas empresas de transporte se han unido a un paro para reclamar precios justos para su trabajo
El aumento de los carburantes agrava la situación de un sector que asegura que no puede seguir trabajando a pérdidas
Francisco se emociona cuando dice que lleva el transporte en la sangre. “Estoy en este mundo desde que con 11 años me monté por primera vez con mi padre en la cabina de un camión. Voy a aguantar lo que me echen, pero no voy a poner más dinero de mi bolsillo para salir a trabajar y que lo gane otra empresa”.
Como miles de pequeños transportistas, él está secundando desde el pasado lunes el paro indefinido convocado por la Plataforma de Defensa del Transporte de Mercancías por Carretera, que ha paralizado numerosas industrias y deja unas pérdidas de más de 600 millones solo en el sector primario. Dice que con el paro buscan conseguir precios justos para su trabajo, porque, "aunque las condiciones hace mucho tiempo que no son buenas, lo de ahora ya es “completamente insoportable”.
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“Nuestros precios llevan años congelados, no es ni de ahora, ni de la guerra de Putin, pero llega un punto en que el gasoil se pone a 1,90 euros por litro, como la semana pasada, y ya no tienes beneficios, no tienes nada. Estamos trabajando solo para pagar el gasoil y volver a ir a trabajar. No da para otra cosa. No merece la pena mover el camión”, explica Francisco mientras participa en Ciudad Real en una marcha en el marco del paro indefinido.
Trabajar por debajo del coste
El principal problema que relatan los autónomos y los transportistas de las pequeñas y medianas empresas es la imposibilidad de trasladar a sus precios el aumento de los costes, porque a diferencia de lo que ocurre con las grandes flotas que tienen contratos fijos a plazos con los productores, ellos tienen que negociar a diario con las empresas para las que trabajan.
“En el mejor, mejor, mejor de los casos el kilómetro se está pagando a 0,9 euros y para que el viaje sea rentable, según está el gasoil ahora, debería hacerse a 1,5. En estas condiciones no se puede trabajar y quiero que la gente lo comprenda. Si quieren poner el gasóleo a dos euros, que lo pongan, pero que me paguen a un precio justo para no tener pérdidas”.
Para evitar que se contraten servicios de transporte por debajo de los costes, los convocantes del paro reclaman que se tengan en cuenta los datos que marca el 'Observatorio de costes, precios y actividad del transporte de mercancías por carretera' del Ministerio, que se actualiza trimestralmente. En el tercer trimestre del pasado año, situaba el coste para un vehículo articulado de carga general en los 1´15 €/km, en ese periodo, el precio medio del gasóleo estaba en los 1,26 euros el litro.
Intermediarios, pagos retrasados…
Uno de los motivos, dice, de que la situación de los pequeños transportistas haya empeorado en los últimos años es el aumento de intermediarios en el sector. “Ahora el viaje pasa por decenas de operadores. Cualquiera, aunque no tenga ni un camión, con un teléfono e internet, coge el viaje y lo vende después a un precio diferente para ganarse 30 euros. Cada uno se va llevando su parte y al transportista, el que realmente hace el trabajo con su camión, no le llega ni para los carburantes”.
Por eso ha decidido aparcar el suyo y unirse a las movilizaciones. Lo ha hecho después de pasar un mes poniendo dinero para trabajar. “Este me ha salido lo comido por los servido. El anterior gané solo 500 euros, pero por lo menos no perdí. Y eso teniendo en la carretera un camión de más de 12 millones de pesetas. Y pagas el seguro, más autónomos, más ruedas, más talleres… Yo invertí un dinero no para hacerme rico, pero para ganar algo para vivir”.
Esto, junto a otras dificultades del día a día, como los pagos mucho más atrasado de los 30 días legales, hace que no quiera ni oír hablar ni de aumentar la flota ni de que nadie de su familia continúe en la carretera. Tiene mucho interés en que la gente entienda, dice, lo que “están padeciendo” y asegura sentirse muy representado por la Plataforma convocante del paro.
"Hay que sentarse y dejar que la gente hable", dice en referencia a la ausencia de conversaciones entre este grupo, minoritario en términos de representatividad asociativa, pero que ha logrado movilizar el malestar de gran parte del sector y el Ministerio de Transportes.
Su titular, Raquel Sánchez, ha llegado a referirse a la Plataforma como un "grupo de ultras que está intentando someter al país" y ha rechazado recibir a sus representantes ya que no están integrados en el Comité Nacional del Transporte de Mercancías por Carretera, interlocutor habitual del Gobierno.
En esta situación, Francisco no sabe lo que durará el conflicto ni como acabará. "Mover un camión es lo que sé hacer en la vida y me gusta hacerlo, pero no sé qué pasara", dice antes de despedirse para volver a la marcha de protesta, "solo tengo claro que esto va cada vez peor".