Ahora sí, estamos a las puertas de comprobar si este será nuestro año. El próximo 22 de diciembre volveremos a engancharnos a la televisión para escuchar a los niños de San Ildefonso cantar los números premiados en el sorteo de Navidad. Aunque el coronavirus haya supuesto un varapalo para los loteros (la Agrupación Nacional de Asociaciones Provinciales de Administradores de Lotería habla de un descenso del 30 % en las ventas respecto al año pasado), la ilusión sigue muy presente. Sin embargo, pandemia de por medio o no, cada año surge una duda que, aunque se plantea en un marco hipotético, preocupa y mucho: si me toca algo, ¿cuánto tengo que pagar a Hacienda? ¿A qué premios afectan los gravámenes? Hacemos los cálculos por ti y te resolvemos estas dudas

Este año hay que tener en cuenta que solo tres premios deberán tributar ante el organismo público: el premio Gordo y los segundos y terceros premios, según destaca la Agencia Tributaria en su página web. Antes del 5 de julio de 2018, la cuantía exenta era de 2.500 euros; desde entonces fue de 10.000. Los de 2019 estaban exentos hasta los 20.000 euros y, finalmente, aquellos celebrados a partir del 1 de enero ascendían hasta los 40.000 euros. Hacienda fija en un 20 % los gravámenes para los premios no exentos de tributación.

Antes de todo hay que aclarar que solo se tributa la parte que exceda de los 40.000 euros. Por tanto, de los 400.000 euros que supone el décimo premiado, solo se pagarían impuestos de 360.000 euros. A este respecto, se pagaría el 20 % de 360.000 euros: esto es, deberíamos pagar 72.000 euros. Por tanto, nos quedaríamos con 328.000 euros.

El segundo premio tiene un valor de 125.000 euros. Siguiendo la lógica anterior, por la que solo tributamos la diferencia que haya entre lo que exceda los 40.000 euros, el impuesto afecta a 85.000 euros. Por tanto, el total a pagar es de 17.000 euros, y nosotros nos terminaríamos quedando con 108.000 euros.

Es el último premio no exento de impuestos. Son 50.000 euros. Del total, la regla aplica tan solo a los 10.000 euros restantes. De esta forma, Hacienda se queda con 2.000 euros y el resto, 48.000 euros, son para la persona que tenga el décimo premiado.

Lo cierto es que, si bien la lotería suele ser fuente de alegría, también puede tornarse en desesperación o trifulcas en caso de compartir. A este respecto, la OCU elaboró una serie de pautas que hay que tener en cuenta a la hora de compartir décimo. Asegurarte de que el depositario haga una fotocopia y entregue una copia a cada participante (a ser posible firmada), pedir una foto en caso de que no lo haga o atender a las particularidades de los contratos prematrimoniales son algunos pequeños trucos para asegurarnos de que, al final, todo sale bien.

Pagarlos al momento, hacer constar por escrito o en un soporte duradero que se comparte, que pueda ser acreditable en caso de conflicto o acudir a los juzgados y denunciar a la policía en caso de robo son otros consejos que deberíamos tener presentes siempre que vayamos a jugar lotería, especialmente cuando no somos la única persona que vaya a jugar el décimo en cuestión.Quizá sea algo incómodo, especialmente en el trabajo o con la familia o amigos, pero es la forma de asegurarnos de que no tendremos sustos ni conflictos.