Los españoles realizan entre seis y siete millones de viajes cada año durante las vacaciones de Semana Santa. En 2019 fueron 6,5 millones, según la encuesta Frontur que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE). En 2020 no se hará ninguno.
Esto supone que casi el 40% de los desplazamientos de los españoles en el mes en que se celebra la Semana Santa se realizan precisamente para disfrutar del periodo vacacional de estas fiestas.
Si se extrapola esta relación al gasto realizado en estos viajes en 2019, resultaría que el dispendio total realizado por los españoles en una Semana Santa “normal” sería de casi 1.600 millones de euros.
En el caso de los turistas extranjeros no existen datos oficiales sobre el periodo vacacional concreto de la Semana Santa. Pero si sabemos que en abril de 2019 nos visitaron 7,16 millones, es decir, una media de casi 1,8 millones por semana. Y que, según la encuesta Egatur, también del INE, se gastaron 7.095 millones de euros, lo que supuso 1.773 millones de media semanal.
Si sumamos estos datos a los de los españoles, el gasto total en una Semana Santa promedio se situaría en torno a los 3.400 millones de euros. Una cifra que, como las procesiones, no circulará estos días por las calles de España.
Antes del confinamiento casi nueve de cada 10 viajes de españoles en Semana Santa se hacían por ocio o para visitar a familiares y amigos, dentro del territorio nacional. Y sólo uno de cada 10 viajes se hacía al extranjero.
El 60% de los viajes en Semana Santa eran a una segunda residencia, o al domicilio de algún familiar o amigo. Este año, todos nos quedamos en casa.
Tampoco se usará el coche para desplazarse, como solían hacer tres de cada cuatro personas que viajaban cada año en la semana de pasión.
Uno de cada cuatro españoles que viajaba en Semana Santa se alojaba en un hotel. En el caso de los extranjeros, casi dos de cada tres.
En abril de 2019 hubo 26,8 millones de pernoctaciones en hoteles españoles. De ellas, 16,7 fueron de extranjeros. Se ocuparon en torno al 60% de las plazas hoteleras, aunque en las zonas más concurridas se superó el 90%. Y más de 212.000 personas estaban empleadas en las tareas de alojamiento de estos establecimientos.
Unos datos, que a pesar de ser algo inferiores a los del año anterior, ya quisieran repetir los hoteleros. Pero no va a ser así por culpa del COVID-19.
En 2020 no habrá procesiones, ni personas en la calle para acompañar las imágenes. No habrá turistas en los hoteles. Las torrijas las comeremos en casa. Todo ello supondrá una importante merma para la actividad turística de España, que representa el 12,3% del PIB y que genera el 12,7% del empleo total.